Riñones sanos frente al envejecimiento

Una de las consecuencias de la enfermedad renal es el envejecimiento acelerado de órganos vitales, como el corazón y las arterias. Ello se debe a la pérdida de la función principal del riñón, que es la producción de Klotho, una hormona que retrasa el envejecimiento. Para preservar la función renal “toda la vida” empieza por presentar batalla a la sal, al sedentarismo, al tabaco, a la glucosa y a determinados fármacos como los antiinflamatorios no esteroideos.

Ni todo el mundo sabe para qué sirven los riñones ni todo el mundo es consciente de la importancia de conservar su función y evitar la enfermedad renal. Según el doctor Alberto Ortiz Arduan, jefe del Servicio de Nefrología e Hipertensión de la Fundación Jiménez Díaz, “muchas personas piensan que la principal consecuencia de la enfermedad renal es que los riñones fallen y que haya que sustituir su función depuradora de la sangre mediante diálisis o trasplante renal (situación en la que se encuentran 65.000 personas en España). Pero la principal consecuencia de la enfermedad renal es un envejecimiento acelerado, debido a la pérdida de funciones, como la producción de Klotho, una hormona que retrasa el envejecimiento, y que no se sustituye con la diálisis. Este envejecimiento acelerado de órganos vitales, como el corazón y las arterias, se observa ya en las etapas más tempranas de la enfermedad renal, cuando todavía no es necesaria la diálisis. Y en esa situación se encuentran seis millones de españoles”, asevera. 

El secreto está en el Klotho

El riñón es la principal fuente de producción de Klotho, una hormona que retrasa el envejecimiento. La hormona, que se llama Klotho, se secreta al medio que la rodea y a través de la circulación llega a todos los organismos del cuerpo, ejerciendo así una función de antienvejecimiento. Cuando el riñón está inflamado disminuye la producción de esta hormona en el riñón hasta en un 90%. De hecho, se ha demostrado que los pacientes sometidos a diálisis por padecer insuficiencia renal crónica sufren también un envejecimiento acelerado.

Ocúpate de lo que puedes hacer tú

El hecho de que la enfermedad sea asintomática hace muy necesaria su prevención y detección precoz para retrasar su progresión, ya que en el momento en el que aparecen síntomas, puede que ya sea tarde. “Evitar el exceso de sal, hacer ejercicio regularmente, no fumar, tener niveles adecuados de glucosa y tensión arterial o evitar tomar sin control fármacos que pueden dañar los riñones, como los AINEs (antiinflamatorios no esteroideos) son, según el doctor Alberto Ortiz Arduan, jefe del Servicio de Nefrología e Hipertensión de la Fundación Jiménez Díaz, las indicaciones para prevenir la enfermedad, incluso en personas con predisposición familiar”. Por eso, desde el Servicio de Nefrología e Hipertensión de la Fundación Jiménez Díaz insisten en la importancia de evaluar a las personas con alto riesgo para identificar factores corregibles, como la albuminuria o la disminución de la función renal

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Paula Rivero

Licenciada en Ciencias de la Información, rama Periodismo y licenciada en Historia Contemporánea por la Universidad de Sevilla. Tras varios períodos en prácticas en diarios como ABC Sevilla o Diario...