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“Mi hijo lleva todo el día con diarrea y molestias de barriga, ha ido como cinco veces al cuarto de baño. ¿Qué puedo hacer para que no se deshidrate?” Nos escribe… Laura G. (Burgos)
La diarrea se define como un tránsito fecal de excesiva frecuencia, que provoca deposiciones con heces de escasa consistencia y en cantidades superiores a las normales. Es el resultado de una alteración, asociada principalmente con los procesos de secreción y absorción intestinales, y sólo secundariamente a la motilidad refleja del intestino. Por tanto, el objetivo prioritario del tratamiento de la diarrea consiste en el restablecimiento de los procesos de secreción y absorción, y, en definitiva, en la normalización del equilibrio hidrosalino con sales de rehidratación oral y una serie de pautas alimenticias, o en su caso, ayuno, para así evitar la deshidratación.
Las gastroenteritis son habituales en toda la población, pero son muy frecuentes en los niños, sobre todo en menores de 5 años y suponen una causa importante de morbilidad infantil, por lo que no debes preocuparte en exceso.
Qué la produce
Una gastroenteritis puede tener su origen en una intoxicación alimentaria, en la ingestión de algún tóxico o en el consumo de determinados medicamentos, como los antibióticos. Pero las causas más frecuentes son las infecciones, ya sean producidas por virus, más típicas en otoño e invierno; o bacterias, más comunes en verano.
Rotavirus: un fantasma para los niños
La causa más frecuente de diarrea en niños es el rotavirus, que infecta prácticamente al 100% de los niños en los 4 primeros años de vida y es el principal responsable de diarrea grave infantil a nivel mundial. El cuadro clínico que provoca es habitualmente benigno y provoca vómitos, diarrea y a veces fiebre, aunque puede ser más intenso en los lactantes más pequeños, que en alguna ocasión precisan de ingreso hospitalario. Al llegar a los 2 años, prácticamente todos los niños han pasado por al menos una gastroenteritis por rotavirus.
El principal riesgo asociado a una gastroenteritis es la deshidratación, producida principalmente por la diarrea y los vómitos constantes. Hay una serie de alimentos aconsejables que ayudan a remitirla, como el arroz, las zanahorias, los plátanos, el pescado a la plancha o hervido, las carnes a la plancha, el pan tostado, etc., y que forman parte de los que se conoce como dieta blanda. Además, para ayudar a rehidratarse se puede beber limonada, té o agua de arroz. Si se pueden tolerar los alimentos no es preciso ayunar. Lavarse bien las manos, limpiar las superficies que pueden estar infectadas con gérmenes y preparar los alimentos de forma segura también pueden ayudar a prevenirlas.
Prevenirla, mejor con vacunas
Aunque las gastroenteritis no siempre se pueden prevenir, existen vacunas orales para bebés que protegen contra las infecciones por rotavirus: Rotarix® y RotaTeq®. La vacunación completa se consigue con 2 dosis de Rotarix® o con 3 dosis de RotaTeq®. Cada dosis debe separarse de la siguiente al menos un mes. La primera dosis se puede administrar desde las 6 semanas de edad y no más tarde de las 12 semanas, pudiendo hacerla coincidir con las vacunaciones de calendario de los 2 y 4 meses. La última dosis ha de recibirse antes de las 24 semanas de vida para Rotarix® y antes de las 32 para RotaTeq®.