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“Juanito sufría una discapacidad y no se relacionaba mucho con otros niños. Le dimos en adopción un labrador Retriever y de repente todo cambió. Desde que empezó a sacar de paseo a su perro, los demás niños se le acercaban para jugar con el perro y con él, fue muy emotivo ver como le cambió su vida y ver el vínculo tan especial que se creó entre ambos”.
Este relato bien podría ser el comienzo de una vida nueva. Se estima que en España hay mas de 29 millones de mascotas, unos 9 millones de perros y unos 7 millones de gatos. El 56 % de la población mundial posee una mascota. En España por tanto el número de perros y gatos supera al número de niños menores de 15 años.
Una mascota no es un capricho
La decisión de tener una mascota en casa debe ser muy meditada pues acarrea una gran responsabilidad y debemos conocer antes sus necesidades. Antes de tener una mascota y beneficiarse de tantas cosas si tenemos que tener claro si estamos dispuestos a cuidarla durante muchos años. Si nuestra economía nos permite asumir los gastos de sus cuidados, si sabemos que vamos a hacer con ella cuando salgamos de viaje o vacaciones y si vivimos en un lugar apto para que ella tenga su espacio y sea feliz.
Una relación mucho más que beneficiosa
- Las mascotas nos ayudan a ser más felices. Interactuar con nuestra mascota nos hace desconectar de nuestros problemas cotidianos y nos divierte, lo cual induce a nuestro organismo a liberar oxitocina, considerada la hormona de la felicidad, del amor, de la calma, al mismo tiempo que se reducen los niveles de adrenalina que es la hormona que nos mantiene en estado de alerta. Además de la oxitocina se liberan otros neurotransmisores como la serotonina y la dopamina, lo cual contribuye de forma muy positiva a tener un estado de bienestar y de paz interior alejando la depresión.
- Las mascotas alivian el sentimiento de soledad. No hay nada como llegar a casa y que nuestro perro nos reciba con una alegría infinita, moviendo el rabo sin cesar. Nuestra mascota está pendiente de nosotros, de todo lo que hacemos, nos transmite una sensación de protección, de amor, lo que evita o mitiga enormemente el sentimiento de soledad.
- Las mascotas mejoran nuestra vida social. Tener un perro nos obliga a sacarlo de paseo, a conocer gente relacionada con el mundo canino e interactuar con ella. En el parque se nos acercan otras personas a intercambiar comentarios sobre los canes, a acariciarlo, y esto en definitiva contribuye mejorar nuestra vida social.
- Las mascotas nos ayudan a mejorar nuestra forma física. El hecho de tener que sacar a nuestro perro nos obliga a dar largos paseos, a correr, a jugar, obligándonos a mantenernos activos.
- Las mascotas mejoran nuestra autoestima y nos ayudan a ser más responsables. Las mascotas siempre nos verán como la mejor persona del mundo, no les importa nuestra belleza, nuestro estatus social, lo cual refuerza nuestra seguridad y confianza en nosotros mismos. Al mismo tiempo, al crearnos una serie de obligaciones nos hacen más responsables.
- Las mascotas nos quitan estrés. La interacción con nuestra mascota nos ayuda sensiblemente a reducir los niveles de CORTISOL, la hormona relacionada con el estrés. Y ya se sabe, sin estrés nuestra salud gana enteros.
- Las mascotas educan. Favorecen un sentido de la responsabilidad en los niños, contribuyen a desarrollar el instinto de amor por los animales y la naturaleza, generan sentimientos de compasión y empatía, ayudan a eliminar miedos, mejoran sentimientos de ansiedad y tristeza, son el mejor compañero de juegos, y contribuyen a su desarrollo educativo y social.
- Las mascotas son terapéuticas. Se ha demostrado además que en niños con problemas de autismo y déficit de atención o hiperactividad las intervenciones de mascotas son muy positivas.