Aquilino García: «La mejor prevención de la enfermedad es una correcta alimentación»

Las Jornadas de Alimentación se celebran desde 2012 cada dos años, aunque en tan poco tiempo han conseguido generar mucha expectación. Recurriendo a un juego de palabras, ¿no cree que se deberían celebrar con periodicidad bianual, es decir dos veces al año?
Desde el Consejo General de farmacéuticos, a través de la vocalía nacional de alimentación, realmente llevamos organizando congresos de este tipo desde hace 28 años. Si tuviéramos oportunidad de organizarlo dos veces al año, nuestra formación sería mucho mayor, pero la organización  de estos eventos es muy compleja.

La alimentación es base fundamental del tratamiento de muchísimas enfermedades, pocos médicos hay que te digan, “tienen usted esto, puede comer lo que le da la gana”. ¿Debería tener más peso la nutrición y en más ámbitos?
La mejor prevención de la enfermedad es una correcta alimentación. Por tanto, una buena alimentación es fundamental para una vida sana. Y claro que no hay ningún sanitario, médico, farmacéutico, nutricionista, etc. en su sano juicio, que diga que se puede comer lo que dé la gana. ¿Sabes que incluso la alimentación de la mujer, tres meses antes del embarazo, durante el embarazo y los seis primeros meses de lactancia van a influir en buena medida a las enfermedades metabólicas de ese niño y de ese niño cuando sea adulto? Los estudios de alimentación/nutrición, deberían ser obligatorios desde la EGB. Así, desde estas edades tempranas, se adoptarían hábitos alimentarios más sanos que influenciarían en la salud de la comunidad.

Uno de los grupos poblaciones en los que, a nuestro parecer, el farmacéutico comunitario tienen una ascendencia grandísima es el de las personas mayores. Acuden mucho a la farmacia, confían mucho. ¿Qué recomendaciones haría a las personas mayores en cuanto a alimentación y nutrición?
Buena parte de los clientes de las farmacias son mayores de sesenta y cinco años, a veces con polimedicación y aquí el farmacéutico es una figura clave. El farmacéutico es el agente sanitario más cercano a ellos. Las personas mayores saben que tienen una farmacia siempre a mano, sin citas previas y sin esperar largas colas. Una de cada tres personas que pasan a la farmacia salen de ella sin ningún medicamento, sólo con un consejo en salud, de los que 17 millones anualmente son de alimentación. Los mayores deben consultarle al farmacéutico todas aquéllas dudas que tengan sobre su alimentación, interacciones alimento medicamento, cómo tomar su medicación en relación con las comidas… En la actualidad estamos preparando un cribado nutricional para personas mayores, para detectar desnutrición o riesgo de desnutrición. Estará en nuestras farmacias en los próximos meses.

Su trayectoria profesional ha sido muy extensa y diversificada, y en muchas ocasiones centrada en la educación y la formación. ¿Qué piensa que falta para llegar a los pacientes? Porque hay mucha información, mucho consejo pero parece que no siempre conseguimos calar en la gente…
Los farmacéuticos hacemos grandes campañas de alimentación saludable desde las farmacias. Desde las amas de casa, los escolares, los ancianos, las embarazadas, las mujeres en edad de menopausia, las personas que realizan ejercicio físico… Aunque el maestro de maestros Grande Covián decía que es más fácil cambiar de religión que de hábitos alimentarios, quiero ser optimista y los resultados nos dicen que estas campañas son una lluvia fina que va calando poco a poco en la población.