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A nivel mundial, la diabetes presenta diferencias de género que afectan al riesgo de padecer esta enfermedad, al infradiagnóstico y a la evolución de algunas de sus complicaciones. Estas desigualdades vienen provocadas, en muchas ocasiones, por motivos educacionales, económicos y sociocultares. Por eso, la campaña 2017 del “Día Mundial de la Diabetes” promoverá la importancia de un acceso asequible y equitativo a las medicinas y tecnologías esenciales, educación para el autocontrol e información que requieren todas las mujeres en riesgo o que viven con diabetes para que puedan conseguir resultados óptimos en su diabetes, y reforzar su capacidad de prevenir la diabetes tipo 2. Y es que, según se defiende en esta campaña, la dinámica de poder, los roles de género y las desigualdades socioeconómicas influyen en la vulnerabilidad a la diabetes que tienen las mujeres al exponerlas, por ejemplo, a una dieta y nutrición deficiente, a la inactividad física y a un retraso en las conducta de búsqueda de atención sanitaria.
Ser mujer, un riesgo adicional
El Día Mundial de la Diabetes 2017 (DMD), que anualmente convoca la International Diabetes Federation (IDF) el 14 de noviembre, y que apoya desde nuestro país la Sociedad Española de Diabetes (SED) y su Fundación (FSED), presta este año una especial atención a los problemas de la diabetes en la mujer. Bajo el lema “Las mujeres y la diabetes: nuestro derecho a un futuro saludable», en esta edición se incide en datos especialmente preocupantes que afectan a la incidencia y prevalencia de la enfermedad en el sexo femenino, así como en las particulares consecuencias que este problema de salud tiene en esta parte de la población.
Como destaca la Dra. Sonia Gaztambide, presidenta de la Fundación de la Sociedad Española de Diabetes, “los roles de género y las dinámicas de poder influyen en la vulnerabilidad a la diabetes, afectan al acceso a los servicios sanitarios y el comportamiento en la búsqueda de salud de la mujer y amplifican el impacto de la diabetes en las mujeres”. A su juicio, “las mujeres son más vulnerables a esta enfermedad, porque están más expuestas a los factores de riesgo, como una nutrición menos saludable y una menor actividad física, sobre todo en países en vías de desarrollo; además, por las desigualdades socioeconómicas, las mujeres buscan atención médica de una forma más tardía e, incluso en ciertos países, tienen menor acceso a los servicios médicos”.
Actualmente se considera que en España las diferencias de género son mínimas en cuanto a información, educación y acceso a asistencia sanitaria, pero esta situación no es universal. “Mientras en nuestro país, siguiendo las recomendaciones de la Estrategia Nacional de Diabetes, se realiza un cribado de diabetes gestacional en todas las mujeres embarazadas, no ocurre lo mismo en otras naciones. De la misma forma, puede ser difícil llevar a cabo en ciertos países las recomendaciones de realizar una actividad física regular (para una adecuada prevención y tratamiento de la diabetes), por existir la prohibición de realizar ejercicio en espacios públicos, por motivos culturales”, recuerda la Dra. María Ángeles Martínez de Salinas, responsable del Comité Organizativo Local del DMD. Con todo, según reconoce esta experta, “en nuestro país estas diferencias son mucho menores, pero persisten ciertas desigualdades en salud unidas, sobre todo, a situaciones socioeconómicas desfavorecidas, que se dan con mayor frecuencia en la población femenina”. Está demostrado que esta circunstancia, destaca esta especialista, “conlleva un mayor factor de riesgo de desarrollar diabetes, peor control de la enfermedad y una menor adherencia al tratamiento”.
Pero, además, se advierten importantes diferencias entre Comunidades Autónomas. Como denuncia la presidenta de la FSED, “la educación no se realiza por igual en todas las autonomías, de la misma manera que el acceso a tiras reactivas necesarias para el control no es igual en todas las Comunidades Autónomas; y tampoco existe equidad en el acceso a los sistemas de monitorización continúa, por ejemplo”.
Logroño, punto de encuentro
Para tratar de concienciar sobre este problema de salud, insistiendo este año en su repercusión en el sexo femenino, la SED y la FSED centran toda su actividad formativa e informativa en una ciudad española. En esta ocasión, la capital escogida es Logroño, donde se llevaran a cabo decenas de actividades de divulgación dirigidas a los profesionales de la salud y a la población general del 11 al 14 de noviembre.
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