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No hay mejor carta de presentación que una dentadura limpia, blanca y sin imperfecciones. Y tanto la estética dental como los avances en odontología hacen posible que, hoy por hoy, todo el mundo pueda lucir una sonrisa impecable. Sin embargo, esa preocupación por la estética dental choca en cierta medida con la “dejadez” a la hora de vigilar la salud de los dientes: según un reciente estudio llevado a cabo por Vitaldent en colaboración con la Universidad de Murcia, el 24% de la población afirma ir al dentista sólo cuándo tiene algún problema y el 30% reconoce no acudir con más frecuencia a la espera de “tener más molestias” en una dolencia bucal. La encuesta refleja que sí que hay una mayor concienciación en cuanto a uno de los tratamientos más frecuentes, la limpieza bucal realizada por el odontólogo: más del 63% de los españoles afirma acudir una vez al año a realizarse una limpieza; el 20,6% acude cada 6 meses y el 16,3%, una vez cada tres años. Según los autores de la encuesta, este dato es significativo, ya que supone un aumento de 5 puntos respecto a 2011.
Dientes a punto: las técnicas más demandadas
Los antiestéticos “hierros” de las ortodoncias tradicionales han dado paso a un amplio abanico de técnicas y soluciones al servicio de los que quieren mejorar su dentadura o, simplemente, sacar más partido a la sonrisa. Estos son los efectos que tienen las técnicas más populares y efectivas en la dentadura:-Contorneado de dientes: Consiste en modificar el perfil recto que van adquiriendo los dientes a medida que pasan los años dando pequeños toques en la dentadura superior e inferior con la ayuda de una turbina de alta velocidad, con lo que primero se modifica la forma del diente y después se pule. Se consigue con ello dar a los dientes una forma más suave y ondulada y, también, se retoca el esmalte, para así eliminar las imperfecciones. Se realiza en una única sesión, es indoloro y el resultado es permanente.
-Carillas de porcelana: Es un tratamiento puramente estético con el que se consigue cambiar el aspecto de la boca en poco tiempo y de una forma temporal. Son una buena alternativa para las personas que sufren problemas morfológicos o defectos de color. A través de la superposición de finas láminas de porcelana que cubren la cara externa de los dientes se consigue enmascarar las anomalías del color que no pueden tratarse mediante un blanqueamiento. También se recurre a ellas para disimular alteraciones en el tamaño o en la forma de los dientes. Es un proceso totalmente indoloro en el que se talla poco o nada el diente natural. El mantenimiento es tan sencillo como seguir una higiene adecuada y visitar anualmente al dentista.
-Coronas: Las fundas de porcelana o coronas proporcionan un acabado igual a todos los dientes, por lo que resultan una solución muy aconsejable para restaurar rápidamente las dentaduras irregulares o descoloridas. La técnica consiste básicamente en la sustitución de la parte visible del diente por una pieza con una estética similar a la de los dientes naturales. Hay que tener en cuenta que para colocarla, al cubrir el diente es necesario reducir ligeramente toda la superficie del mismo. Las coronas se emplean tanto en implantología, para sustituir el diente perdido, como en tratamientos estético, para conseguir una sonrisa más bonita.
-Blanqueamiento. Las nuevas técnicas de blanqueamiento consisten en aplicar sobre unos moldes de plástico que se ajustan a la boca y que se elaboran a medida (mediante una impresión que se realiza en la primera consulta) un gel que puede contener dos sustancias: el peróxido de hidrógeno (un poderoso antioxidante) y el peróxido de carbamida. En este punto, se puede optar por dos tipos de procedimientos: o bien la aplicación de una potente luz que propicia la oxidación, con lo que se consigue devolver el color natural a los dientes (el número de sesiones depende de la evolución de cada paciente), o bien el uso del láser, en cuyo caso sólo se precisa una única sesión. Lo normal es que el tratamiento requiera un complemento en casa, en el que se emplea la misma férula y se aplica un producto blanqueador más suave, que se deja actuar por las noches. Su mantenimiento y blancura dependerá directamente de los hábitos de consumo del paciente, así como de su higiene bucodental. Para que dure más, se recomienda cepillarse los dientes después de cada comida y evitar el consumo de ciertos productos como el café, el té, el vino, las bebidas de cola y, sobre todo, el tabaco, ya que oscurecen la tonalidad de los dientes.
-Implantes. Ofrecen una solución natural y definitiva para reemplazar los dientes perdidos sin dañar las piezas propias. Lo habitual es que los implantes sean de titanio, ya que es el único material biocompatible con el hueso humano. Existen dos tipos de implantes: inmediatos y no inmediatos. En los primeros, se colocan en el mismo día el implante y la corona (tienen el riesgo de que puede haber rechazo), y en los no inmediatos, desde que se coloca el implante hasta que se pone la funda, hay que esperar un tiempo (en este caso, se asegura que no hay rechazo en el 99 por ciento de los casos).
-Las nuevas ortodoncias. Las técnicas actuales –brackets en vez de los antiestéticos hierros- corrigen la dentadura mediante la recolocación de los dientes y puede ser de dos tipos: visible (brackets de tamaño pequeño que pueden ser de metal, de cerámica –con un color similar al del diente-, de porcelana o de plástico) y la invisible u ortodoncia lingual, en la que los brackets se colocan en el interior del diente (resultan invisibles).
-Invisalign. Ha sido la técnica de corrección más revolucionaria de los últimos tiempos, y consiste en realizar un estudio en 3D de la situación de los dientes y, a partir de ahí, diseñar el tratamiento. En función de este programa se preparan unos alineadores (aparatos similares a las cubetas que se utilizan en el blanqueamiento) que se van cambiando en función del movimiento de los dientes hacia la posición correcta. Estos alineadores, prácticamente invisibles, se llevan durante todo el día, excepto para comer, lavarse los dientes o pasar el hilo dental. Una de las ventajas de este método es que se puede simultanear con el blanqueamiento dental, utilizando los alineadores para aplicar el blanqueador y aprovechando el tiempo de tratamiento.
Los 10 problemas más frecuentes… y su solución
Los expertos de la Clínica Dental Smiling, de Madrid, han creado un programa personalizado, Perfect Smiling, destinado a solucionar los problemas estéticos más frecuentes de la boca. Estos son, en opinión de estos especialistas, esos problemas y las soluciones más adecuadas a los mismos:
1. El problema: dientes apiñados. La herencia genética, poseer un maxilar muy pequeños o tener unos dientes más grandes de lo normal suelen ser las causas más habituales de este problema tan frecuente entre la población.
La solución: el sistema Invisalign, que permite alinearlos de forma prácticamente “invisible”, evitando la antiestética imagen asociada a los brackets metálicos.
2. El problema: espacio entre los dientes. Suele producirse cuando hay demasiado especio en la mandíbula para el tamaño de los dientes, por lo que se forman unos espacios que afean el aspecto de la sonrisa.
La solución: la ort
odoncia, si el espacio es muy marcado, o el laminado cerámico en los casos en los que el espacio es más pequeño.
3. El problema: encías irregulares. Es un problema que tiene un origen fundamentalmente genético.
La solución:el remodelado estético gingival, consistente en una pequeña intervencinón con la que se consigue nivelar la altura de las asimetrías gingivales, devolviendo las longitudes correctas a cada diente.
4. El problema: carillas o coronas viejas. El paso del tiempo hace que el metal de la corona que cubre el diente vaya “tatuando” la encía, dejando una marca gris oscura
La solución: sustituir las coronas metálicas por otras de cerámica para conseguir una mayor luminosidad y un resultado más natural.
5. El problema: dientes cortos o desgastados. El desgaste progresivo de los dientes suele ser un signo inequívoco del paso del tiempo. Este proceso hace que pierdan su tamaño natural y resta juventud a la sonrisa y al conjunto del rostro.
La solución: colocar finas láminas de cerámica sobre el propio diente, restituyendo la longitud inicial del diente y consiguiendo así una boca más natural.
6. El problema: encías retraídas. Dan lugar a unos característicos y antiestéticos triángulos negros y están provocadas por la pérdida del hueso que rodea los dientes.
La solución: una limpieza de la encía y, después, recubrir los espacios con un laminado cerámico para devolver la belleza a la boca.
7. El problema: bordes irregulares. Las irregularidades en los bordes de los dientes están provocadas por caídas o fracturas.
La solución: las carillas de composite, que permiten devolver al diente su aspecto inicial.
8. El problema: empastes oscuros. Los emplastes realizados con amalgamas de plata hacen que los dientes tengan un color oscuro
La solución: los expertos recomiendan sustituir estos empastes por los de resina o empastes blancos.
9. El problema: dientes oscuros por tetraciclinas. Este tipo de medicamentos (antibióticos) provocan manchas horizontales de color gris o marrón que afean notablemente la sonrisa. Al tratarse de manchas demasiado profundas, no es fácil eliminarlas con blanqueamiento dental.
La solución: una de las soluciones más efectivas es el laminado cerámico, totalmente personalizado, con el que se consigue renovar no solo el color sino también la forma y la textura de los dientes.
10. El problema: dientes amarillos. El paso del tiempo y, sobre todo, determinados hábitos favorecen que la sonrisa pierda su blancura inicial.
La solución: el blanqueamiento dental, que se ha convertido casi en un “básico” del cuidado de la boca.
Ortodoncia: no solo cosa de niños
Más del 40% de los pacientes que se someten a una ortodoncia supera los 25 años. “Contrariamente a lo que muchos piensan, no hay una edad establecida para el inicio de la ortodoncia, y según el problema dental se puede empezar a trabajar antes o después en diferentes momentos de la vida”, explica la doctora Carolina Benalal, cirujano dentista y directora general de la Clínica Benalal de Madrid. Eso sí: según la experta, hay que tener en cuenta que la ortodoncia en adultos sigue un proceso más lento que entre los jóvenes, “puesto que su metabolismo óseo es distinto al de los adolescentes, y se mueve más lentamente que uno que está en fase de crecimiento”. Tal y como señala la doctora Benalal, desde el punto de vista de la técnica, la única diferencia es que el tratamiento en adultos se hace con ortodoncia fija, recurriendo a los brackets fijos que van adosados o cementados al diente, y pueden ser metálicos, de porcelana o de plástico. La experta advierte también que la ortodoncia en adultos no siempre está aconsejada. “Por ejemplo, es un tratamiento que está contraindicado para pacientes con una enfermedad periodontal no controlada ya que, en este caso, los huesos y las encías están dañados, por lo que si se inmovilizan los dientes se corre el riesgo de dañar el soporte e incluso perder la pieza dental. Si un paciente tiene las encías inflamadas o movilidad dental, será necesario tratar estos temas antes de iniciar una ortodoncia”.
Implantes: un gran avance
Tal y como señalaron los expertos reunidos en el II Congreso Internacional de Actualización y Controversias en Implantología, organizado recientemente por la Universidad Europea de Madrid, los implantes han supuesto un antes y un después en la manera de entender el abordaje de las diversas patologías bucales. “Antes del uso de esta técnica, había que recurrir a la utilización de los puentes para fijar los dientes sueltos. También gracias a ellos se ha conseguido disminuir en personas mayores el uso de las dentaduras postizas, eliminando los riesgos bacterianos que éstas pueden acarrear y obteniendo una mayor fijación dental”, explicó el doctor Jaime Jiménez, coordinador del Congreso. “Sin embargo –advirtió el doctor Jiménez -, creer que los implantes cubren solo necesidades estéticas es completamente incorrecto, ya que la mayoría de los pacientes que se someten a este tipo de técnicas acuden a la consulta refiriendo dolor y problemas funcionales: no pueden masticar bien, en su día a día los dientes se mueven, notan calambrazos por los cambios de temperatura, etc”.
En esta reunión se abordaron también cuáles son las técnicas de futuro en implantología. “Estas pasan por hacer más cortos los tiempos de regeneración ósea, y en este campo se está llevando a cabo un gran esfuerzo investigador a través de células proteínicas morfogenéticas o células madre”, explicó el experto.