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El doctor Ángel Oteo nos revela las claves para llegar a esta edad con los huesos fuertes como robles
Una de cada cuatro mujeres mayores de 50 años sufre osteoporosis, una enfermedad sistémica que afecta a todo el esqueleto, exponiéndolo a fracturas.
Cada 3 segundos se produce una fractura por fragilidad ósea en el mundo y el riesgo de sufrirla aumenta en pacientes con una fractura previa entre 2 y 5 veces. Este aumento del número de fracturas evidencia que no se lleva a cabo la adecuada estrategia de prevención y tratamiento. Se trata de un problema de salud pública creciente que no cuenta con los procedimientos adecuados de prevención, diagnóstico, valoración, intervención y seguimiento de los pacientes. Así lo expresa el doctor Ángel Oteo, coordinador de la Unidad de Fragilidad Ósea y Osteoporosis del Hospital Universitario HM Madrid, que recomienda evaluaciones que permitan descartar la patología a partir de los 50 años en mujeres y de los 70 años en hombres respectivamente, además de “mantener una dieta que nos aporte la cantidad recomendada de calcio, controlar los niveles de vitamina D, evitar el alcohol y el tabaco y, en caso necesario, tomar suplementos”. Igualmente, según este experto, es recomendable realizar ejercicio físico y mantener una vida activa, así como corregir problemas visuales y de audición, evaluar los tratamientos que puedan provocar sueño y eliminar barreras que supongan un obstáculo dentro del domicilio.
A tener en cuenta
En cada paciente hay que tener en cuenta factores individuales de cada paciente como la edad, el peso, la presencia de fracturas previas, la edad de la menopausia en el caso de las mujeres, el consumo de sustancias tóxicas como alcohol o tabaco, enfermedades como la artritis reumatoide o el tratamiento con corticoides.
La osteoporosis afecta a todo el esqueleto, aunque las fracturas más frecuentes se dan en vértebras, cadera, muñeca, costillas y hombro. El principal problema de la patología es que no da síntomas hasta que se produce la lesión y el hecho de sufrir la primera fractura se asocia a un mayor riesgo de presentar otras nuevas, así como a un aumento de la mobimortalidad y a una disminución de la calidad de vida del paciente. Por ello la evaluación es fundamental para poder actuar antes de que se produzca la primera fractura o para prevenir lesiones futuras. El doctor Oteo recomienda la realización de una densitometría ósea, aunque también se realizan “exploraciones complementarias, como pruebas de imagen o tests de laboratorio, ya que el problema puede aparecer como consecuencia de otras situaciones clínicas”. Una vez diagnosticada la enfermedad, es necesario determinar qué pacientes necesitan tratamiento y “según las Guías Clínicas internacionales, deben recibirlo aquellos que hayan sufrido una fractura de cadera o vertebral y aquellos con diagnóstico de osteoporosis en la densitometría”. En caso de osteopenia, pérdida ósea menos severa que la de la osteoporosis, se deben evaluar los factores de riesgo para si es necesario o no recibir tratamiento.
Una dieta rica en calcio, practicar ejercicio físico regular y controlar los niveles de vitamina D son claves para prevenir la osteoporosis.
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