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Los medicamentos fotosensibilizantes son aquellos que, combinados con radiaciones ultravioletas, pueden provocar reacciones cutáneas adversas. Es el caso de antiinflamatorios como el ibuprofeno, de antihistamínicos como la ebastina, o de diuréticos como la hidroclorotiazida. Ante cualquier duda, pregunta a tu farmacéutico.
Con el mes de julio arranca la temporada alta de playa y piscina y el momento del año en el que se alcanzan los mayores índices de radiación solar. Proteger la piel con un buen filtro solar mayor de 50 es imprescindible, pero también hemos de ser muy prudentes con los medicamentos, ya que muchos de ellos son fotosensibilizantes, es decir, pueden producir reacciones adversas con la radiación solar, algunas de ellas muy peligrosas.
¿Qué es un medicamento fotosensibilizante?
Según explican desde la Organización Farmacéutica Colegial, lo primero de todo es distinguir entre medicamentos fotosensibles, que son aquellos que deben protegerse de la luz (tanto natural como artificial) para evitar su deterioro, y medicamentos fotosensibilizantes, que pueden producir fotosensibilidad y que, combinados con las radiaciones ultravioletas procedentes del sol, pueden provocar reacciones cutáneas de dos tipos:
- Reacciones fototóxicas: son las más frecuentes y se producen en personas que usan altas dosis de un fármaco fotosensibilizante. Aparece inmediatamente tras la exposición solar. Son lesiones que sugieren una quemadura solar exagerada, con sensación de ardor y formación de ampollas o urticaria. Su alcance varía en cada persona, de las diferencias en la absorción y metabolismo, el tipo de piel y su grosor, entre otros factores.
- Reacciones fotoalérgicas: son más raras, y se deben a medicamentos tópicos (pomadas, geles, etc.). Su origen es una reacción fotoquímica al absorberse la radiación solar. Aparecen en personas con predisposición (incluso con dosis bajas del medicamento) por activación del sistema inmune. Se manifiestan tras varias horas de la exposición al sol (12-72 h) en forma de dermatitis de contacto, con erupción tipo eccema, hinchazón y picor, pudiendo extenderse más allá de la zona de piel expuesta al sol.
Los fármacos fotosensibilizantes más frecuentes
- Antidepresivos: fluoxetina o amitriptilina.
- Antiinflamatorios no esteroideos: el ibuprofeno o diclofenaco, entre ellos.
- Antihistamínicos: ebastina, loratadina o cetirizina. De especial riesgo es el uso de antihistamínicos tópicos como la difenhidramina, usada para picaduras de mosquitos.
- Antihipertensivos: enalapril, losartán.
- Antipsicóticos: olanzapina, aripiprazol.
- Retinoides: isotretinoína o ácido retinoico.
- Hipolipemiantes: las estatinas.
- Diuréticos: furosemida, hidroclorotiazida.
- Los productos cosméticos que contengan colorantes, perfumes, esencias de limón o lavanda, o compuestos como retinol o ácido glicólico también pueden producir reacciones adversas. *Fuente: CGCOF
Consejos para el verano
Consultar con el médico o farmacéutico de confianza si los medicamentos que esté utilizando contienen agentes fotosensibilizantes capaces de inducir alergias o reacciones de fototoxicidad.
Utilizar siempre protector solar en cantidad suficiente y con un FPS solar elevado (+50).
Renovar su aplicación cada 2 horas y después de cada baño.
Evitar exponerse al sol en las horas centrales del día (especialmente entre las 12:00 y las 16:00 horas) o en los días con índice ultravioleta más alto.
Protegerse adecuadamente con ropa, gafas, sombrero, etc. Proteger, sobre todo, zonas sensibles de la piel, como cara, cuello, calva, hombros, escote, orejas, manos y empeines.
En los casos de cosméticos con ingredientes fotosensibilizantes, se aconseja su uso por la noche y aplicar una alta protección solar por el día.
Cuidado con los geles hidroalcohólicos y el sol. Aunque es poco probable que se produzcan quemaduras en la piel, ya que el alcohol se evapora muy rápido, se recomienda no usarlo en exposiciones solares prolongadas.