hemofilia en verano

Hay colectivos que deben extremar sus precauciones a la hora de viajar y ante la llegada de las altas temperaturas. Uno de ellos es el de las personas con hemofilia, cuyos medicamentos pueden verse alterados por las condiciones climáticas extremas o por una ruptura de la cadena del frío. La nueva guía “Hemofilia en verano”, editada por Novo Nordisk con el aval de FEDHEMO y la SETH, es un recordatorio muy práctico a incluir en la maleta. 

La conservación de los tratamientos de las personas con hemofilia a la hora de desplazarse o hacer frente a las altas temperaturas del verano, es una de las cuestiones que mayores preocupaciones suscitan en estos pacientes. “Mantener en frío un tratamiento que es crónico, y que además debe administrarse varias veces a la semana, limita bastante las actividades cotidianas”, afirma el doctor Francisco López Jaime, hematólogo en el Hospital Regional de Málaga. Además, al tratarse de una enfermedad hereditaria, es frecuente que haya más de un miembro de la familia afectado por la misma enfermedad.

Con el foco puesto en ayudar a estas personas y sus familiares a “normalizar sus vacaciones”, Novo Nordisk, con el aval de la Federación Española de Hemofilia (FEDHEMO) y la Sociedad Española de Trombosis y Hemostasia (SETH), ha preparado la guía Hemofilia en Verano, en la que de forma muy práctica y sencilla se recogen consejos prácticos que resultan de gran ayuda a la hora de superar obstáculos y evitar sustos en verano. 

Objetivo: normalizar las vacaciones

Entre los consejos que brinda la guía, hay un extenso apartado referido a la preparación y conservación de los tratamientos hemofílicos:

  1. Prepara los siguientes documentos antes de desplazarte a tu lugar de vacaciones: tarjeta sanitaria europea, que acredita el derecho a prestaciones sanitarias en el territorio europeo, Reino Unido o Suiza; seguro médico de viaje que cubra tu trastorno hemorrágico y los gastos sanitarios; un listado de centros especializados en el tratamiento de la hemofilia (CTH) del país de destino y de aquellos en los que vayas a hacer escala; tarjeta identificativa de la hemofilia; y una carta de tu médico con información básica de tu estado de salud actual. 
  2. Lleva siempre tu medicación y placa identificativa contigo e intenta, en la medida de lo posible, no viajar solo. 
  3. Mantén el factor en frío durante todo el viaje, ya sea en coche, en tren o en avión. Recuerda que una vez se haya roto la cadena de frío, el tratamiento no puede volver a refrigerarse bajo ningún concepto. Se considera que se rompe si el producto se encuentra a una temperatura superior a 12ºC, o a una temperatura de entre 8-12ºC durante más de 8h.
  4. Algunos medicamentos para la hemofilia han de conservarse en bolsas isotérmicas con acumuladores de frío, mientras que otros pueden conservarse a temperatura ambiente o incluso a temperaturas más altas durante varios meses. Para obtener más información sobre la termoestabilidad de tu medicación, consulta el prospecto. En cualquier caso, siempre es recomendable mantener la medicación fuera del alcance directo del sol, ya que en algunos momentos pueden superarse los 40ºC de temperatura. Incluso en el caso de los aeropuertos, los pacientes tienen que someterse a una inspección de seguridad especial. Luego, una vez que llegues a tu destino, siempre tienes que tener en cuenta la disponibilidad de un minibar que te permita mantener el fármaco a la temperatura óptima donde te vayas a alojar. 
  5. Asegúrate de conocer las dosis y tipos de tratamiento que necesitas y para posibles episodios hemorrágicos. 

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