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El dedo en resorte o dedo en gatillo ocurre cuando se bloquea un dedo de la mano en posición doblada a causa de la inflamación de un tendón.
Esta afección afecta a los tendones que flexionan los dedos. Estos pueden inflamarse o hincharse impidiendo que se deslicen con suavidad debajo de la vaina que los rodea y dificultar la extensión o flexión de los dedos afectados, que quedan en posición doblada, recta o pueden dispararse repentinamente.
El dedo en gatillo es más común en mujeres de entre 45 y 60 años y en pacientes con diabetes, artritis reumatoide o gota. Las personas que realizan trabajos o actividades que requieren movimientos repetitivos de las manos pueden ser propensas a padecer esta afección. También puede asociarse al síndrome del túnel carpiano.
El dedo en gatillo puede afectar a cualquier dedo, aunque con mayor frecuencia al anular y al pulgar. Es probable, además, que aparezca en más de un dedo al mismo tiempo y que ambas manos se vean implicadas. Puede interferir a la hora de realizar actividades cotidianas o en el ámbito laboral: abotonarse una camisa, insertar una moneda en una ranura, sostener herramientas o incluso llevar el volante de un coche resultan tareas difíciles.
Los síntomas
- El dedo está rígido o bloqueado en una posición doblada.
- Sensación de que el dedo se atasca, se notan chasquidos o se traba con el movimiento.
- Dolor cuando se flexiona o estira el dedo.
- Puede aparecer un bulto blando en la base del dedo, sobre la palma de la mano.
- La rigidez y el atascamiento tienden a empeorar después de períodos de inactividad, por ello son más notables al levantarse por la mañana.
Los tratamientos
Si se tienen síntomas leves, el reposo de la mano evitando las actividades que empeoran la afección puede ser suficiente para resolver el problema. También puede ser útil utilizar una férula para mantener el dedo afectado en posición recta o realizar ejercicios suaves de estiramiento (ejerciendo una presión suave para forzarlo a estirarse). Los fármacos antiinflamatorios ayudarán a aliviar el dolor y la inflamación.
El siguiente nivel de tratamiento pasa por aplicar inyecciones de corticoesteroides, un agente antiinflamatorio que se inyecta en la vaina del tendón, en la base del dedo en gatillo. Cuando estos tratamientos no son efectivos, es posible que haya que recurrir a la cirugía. Se realiza mediante una pequeña incisión en la palma, por lo general a lo largo del pliegue para que la cicatriz sea menos evidente, para aflojar la adherencia.
un daño mínimo de las estructuras más próximas. Después de unos días, se generará una zona de retracción, es decir, una disminución del volumen de los tejidos que componen los cornetes.