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Mariscos, carnes y bebidas alcohólicas volverán a estar presentes en muchas de las “comilonas” de Navidad que se avecinan. ¿Puede un consumo excesivo de estos alimentos elevar los niveles de ácido úrico e influir en la aparición de GOTA? Nuestro nutricionista Eric Iges nos explica cómo cristaliza en sangre, afectando a las articulaciones, y en qué supuestos hay que tener especial cuidado con las purinas.
El ácido úrico es el producto final del metabolismo de las purinas, unas moléculas orgánicas que forman parte de nuestro ADN y que, al degradarse como consecuencia de procesos naturales del cuerpo, como la muerte celular, forman un producto de desecho: el ácido úrico. Es decir, el ácido úrico es el producto que no queremos de las purinas, que aparecen en nuestro cuerpo cuando mueren las células o en otros procesos naturales. Cuando la concentración de este ácido úrico se eleva, puede acumularse en forma de cristales (“cristales de urato monosódico”) en las articulaciones, provocando la famosa “gota”, que produce hinchazón y un dolor punzante, como si estuvieran clavándose agujas, o bien acumularse en los riñones formando “cálculos o piedras”, principalmente. Este depósito es consecuencia directa de la hiperuricemia (elevación de los niveles de ácido úrico en sangre por encima de los niveles considerados normales), y es reversible, ya que cuando los niveles de urea en sangre se normalizan, los cristales lentamente se disuelven y acaban por desaparecer. El depósito de cristales no genera síntomas, pero los cristales dentro de las articulaciones tienen capacidad de desencadenar episodios de inflamación fuertes e intensos, que son lo que conocemos como ataques de gota. Si la hiperuricemia no se corrige, con el paso del tiempo la carga total de cristales va en aumento y, por lo tanto, los ataques de gota se pueden hacer más frecuentes e intensos. También pueden aparecer con el tiempo en las articulaciones los llamados “tofos”, una especie de nódulos formados por depósitos de cristales de urato.
¿Por qué se eleva el ácido úrico?
Las causas de la hiperuricemia pueden ser múltiples: genéticas; por fallo renal; por el consumo de ciertos medicamentos (diuréticos, quimioterapia); por dietas de adelgazamiento que limitan los hidratos de carbono (como ocurre con las llamadas dietas cetogénicas); por una ingesta excesiva de alimentos ricos en purinas; o por la práctica de un ejercicio físico muy intenso que provoque también una elevada degradación proteica.
La dieta ayuda
Los objetivos principales que se persiguen con la alimentación son mantener un adecuado estado nutricional y logar un estilo de vida saludable, ya que mejorar el sobrepeso y combatir la obesidad y otras enfermedades metabólicas asociadas, puede prevenir significativamente la aparición de gota. Es importante destacar que la hiperuricemia forma parte del síndrome metabólico (definido frecuentemente como la condición en la que se encuentran al menos 3 de las siguientes afecciones: hipertensión, hipercolesterolemia, obesidad, hipertrigliceridemia y/o diabetes), y la detección de hiperuricemia con o sin gota debe alertar sobre su posible presencia. Además de la hiperuricemia, la gota es por sí misma un factor de riesgo independiente para infarto de miocardio, aumentando el grado de riesgo con la gravedad de la gota.
Debido a que la eficacia de la dieta en el control de la hiperuricemia es limitada, la mayoría de las veces es necesario recurrir al tratamiento farmacológico.
Ácido úrico y gota: cuidado con los excesos
A menudo, la gota se asocia con hábitos dietéticos excesivos, por lo que llevar un estilo de vida saludable y combatir el sobrepeso contribuirán a mantener los niveles de ácido úrico a raya.
- En el control de la gota va a ser fundamental llevar a cabo una alimentación saludable basada en alimentos de origen vegetal (frutas, verduras y hortalizas, cereales integrales, legumbres, aceite de oliva virgen, frutos secos y semillas);
- Y acompañada de otro tipo de alimentos de origen animal en su justa medida y de manera individualizada (carnes magras preferentemente frente a rojas o grasas, huevos, lácteos no azucarados, pescados…).
- Siempre potenciando un estilo de vida activo con la realización de actividad física programada (clases colectivas, entrenamiento específico de fuerza, deportes individuales o colectivos…). Hábitos rutinarios muy beneficiosos pueden ser contabilizar los pasos diarios, intentar subir escaleras en vez de ascensor, rompar el sedentarismo cada 50-60 minutos, etc.
- Resulta sensato limitar o reducir determinados alimentos especialmente ricos en purinas, ya que estas se degradan a ácido úrico, y por lo tanto pueden contribuir a esos valores elevados de ácido úrico en sangre. – Vísceras (sesos, riñones, corazón, hígado, mollejas).
- Pescados en conserva: caballa, sardina, anchoa, arenque y huevas.
- Carnes rojas / grasas: venado (caza), perdiz, cordero, ganso y pato.
- Embutidos.
- Mariscos: almejas, langosta, ostra, cangrejo, camarón.
- Además, el alcohol contribuye también de manera muy importante a la hiperuricemia y consecuentemente a la gota.
Un menú sin purinas




Día 1
DESAYUNO: TOSTADA DE PAN INTEGRAL CON AGUACATE Y HUEVO A LA PLANCHA. PIEZA DE FRUTA.
COMIDA: GARBANZOS CON ESPINACAS. YOGUR Y PIEZA DE FRUTA.
CENA: ALITAS DE POLLO AL HORNO CON ESCALIVADA DE VERDURAS Y PATATA HORNEADA. PIEZA DE FRUTA.
Día 2
DESAYUNO: BATIDO CON LECHE, AVENA, PLATANO Y FRUTOS ROJOS.
COMIDA: PASTA INTEGRAL CON VERDURAS Y SOJA TEXTURIZADA. PIEZA DE FRUTA.
CENA: REVUELTO DE HUEVOS CON CALABACÍN Y CEBOLLA. PAN INTEGRAL. PIEZA DE FRUTA.
Día 3
DESAYUNO: TAZÓN DE LECHE CON AVENA. PIEZA DE FRUTA.
COMIDA: ARROZ INTEGRAL CON PISTO DE VERDURAS Y POLLO A LA PLANCHA. PIEZA DE FRUTA.
CENA: GALLO A LA PLANCHA. PARRILLADA DE VERDURAS. PAN INTEGRAL. PIEZA DE FRUTA.
Día 4
DESAYUNO: TAZÓN DE LECHE CON AVENA. PIEZA DE FRUTA.
COMIDA: GNOCHIS DE PATATA CON GUISANTES Y HUEVO PLANCHA. PIEZA DE FRUTA.
CENA: GUISANTES CON JAMÓN SERRANO, ZANAHORIA Y CEBOLLA. HUEVO A LA PLANCHA. PIEZA DE FRUTA.
Día 5
DESAYUNO: TOSTADA DE PAN INTEGRAL CON TOMATE. YOGUR Y PIEZA DE FRUTA
COMIDA: SALTEADO DE VERDURAS CON SEITÁN. PAN INTEGRAL. MACEDONIA DE FRUTA.
CENA: FAJITAS INTEGRALES CON VERDURAS Y SOJA TEXTURIZADA. PIEZA DE FRUTA.
Día 6
DESAYUNO: TOSTADA DE PAN INTEGRAL CON TOMATE. YOGUR Y PIEZA DE FRUTA
COMIDA: CREMA DE LENTEJAS Y VERDURAS. TORTILLA FRANCESA. PIEZA DE FRUTA.
CENA: POLLO ASADO CON LIMÓN. BONIATO. PURÉ DE VERDRUAS. PIEZA DE FRUTA.
Día 7
DESAYUNO: TORTITAS DE AVENA, HUEVO, PLÁTANO Y CHOCOLATE PURO. YOGUR NATURAL Y FRUTA.
COMIDA: HABAS CON PATATA COCIDA. FILETES DE PAVO A LA PLANCHA CON ESPECIAS. PIEZA DE FRUTA.
CENA: MONTADO INTEGRAL CON PIMIENTOS Y QUESO. ENSALADA VARIADA.
*Las cantidades dependerán del objetivo, estilo de vida, actividad física y composición corporal de cada persona. De igual manera, la elección de alimentos siempre será individualizable en función de gustos, aversiones, alergias o intolerancias. Las recomendaciones con respecto a este tipo de dieta van encaminadas a limitar los alimentos mencionados en el artículo.