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¿En qué se distinguen los test PCR de las pruebas rápidas de detección del coronavirus SARS-CoV-2? ¿Cuál es su fiabilidad? A todas estas cuestiones responden los expertos de la Sociedad Española de Medicina de Laboratorio (SEQCML), tratando de poner en claro el galimatías al que hemos estado expuestos desde el principio de la pandemia.
Todavía sigue habiendo equívocos y desconocimiento que contribuyen a incrementar la incertidumbre en torno a la crisis del coronavirus que vivimos desde el pasado mes de enero en el mundo. Desde la Sociedad Española de Medicina de Laboratorio (SEQCML), aclaran algunas cuestiones en torno a estas pruebas.
Pruebas rápidas o PCR: sus diferencias
Una de las principales recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en la lucha contra el COVID-19 es realizar un adecuado cribado de la población para detectar el alcance real de la infección, para lo cual, según explican desde la Sociedad Española de Medicina de Laboratorio (SEQCML), es necesario realizar un gran número de pruebas de detección de la enfermedad, que pueden ser pruebas rápidas (de detección de antígenos o de detección de anticuerpos) o test PCR. Cuál elegir es algo que depende de muchos factores.
- Las pruebas rápidas son un conjunto de técnicas de laboratorio que permiten obtener un resultado en poco tiempo, normalmente menos de 30 minutos. Si se puede llegar a disponer de pruebas rápidas fiables y sin problemas de suministro, se podrían utilizar como cribado para detectar a pacientes asintomáticos o bien a aquellos que ya han pasado la infección de forma leve sin haber tenido una confirmación mediante PCR. En el caso del SARS-CoV-2, se comercializan pruebas rápidas de dos tipos: de detección de antígeno (detectan proteínas del virus y su uso no está recomendado por la OMS) y de detección de anticuerpos.
- “Las pruebas basadas en la detección de antígenos funcionan de forma similar a un test de embarazo. Son pruebas dirigidas a detectar la infección en los primeros 7 días de desarrollo de síntomas, al igual que la PCR, en una muestra nasofaríngea, pero son más fáciles de realizar, más baratas y más rápidas. El gran inconveniente es que su sensibilidad, comparada con la PCR, es baja, es decir, un porcentaje de personas que están infectadas, tienen una detección de antígeno negativa”, señala la doctora Ana Blanco, del servicio de Microbiología molecular de Catlab. Además, la OMS no recomienda su uso.
- “Por el contrario, en pacientes con más de 7 días de sintomatología, podemos detectar en la sangre anticuerpos frente al virus mediante las pruebas basadas en la detección de anticuerpos (detectan anticuerpos frente al virus), destaca. Son las llamadas pruebas serológicas y se hacen a partir de unas gotas de sangre del paciente. En lugar de detectar propiamente al virus SARS-CoV-2 (causante del covid-19), detectan nuestra respuesta inmunológica contra el patógeno. Es decir, a través de una gota de sangre el test detecta los anticuerpos que produce el organismo mientras está respondiendo o ha respondido en algún momento a esta infección. Estos anticuerpos son los IgM (inmunoglobulina M) y los IgG (inmunoglobulina G), que se adhieren al virus para desactivarlo o eliminarlo. Estas pruebas, al resultar positivas, suelen detectar anticuerpos de infecciones pasadas o recientes.
- Las pruebas PCR son pruebas moleculares y se hacen a partir de una muestra nasofaríngea y requieren de tecnología avanzada y de una serie de procesos complejos. La PCR es una técnica con gran sensibilidad y especificidad en condiciones óptimas, pero hay que tener en cuenta que, según el tiempo que haya pasado desde que comenzaron los síntomas, el virus puede dejar de ser detectable mediante PCR en muestras obtenidas de la nasofaringe. Según explica la doctora Imma Caballé, presidenta de la SEQCML, “la PCR se lleva a cabo en un equipo automatizado llamado termociclador, pero hasta que la muestra que queremos analizar llega a ese aparato, debe pasar por una serie de procesos, entre ellos, que se haya recogido en el medio de conservación adecuado. A continuación, es necesario llevar a cabo un proceso de inactivación, para que en caso de que el virus esté presente en la muestra, no contamine nuestros equipos ni tampoco haya riesgos para las personas que trabajan en el laboratorio”. Una vez inactivada, el siguiente paso consiste en separar el material genético del resto de sustancias y moléculas que están presentes en la muestra y pueden interferir con la PCR. “A este paso lo denominamos extracción de ácidos nucleicos”, aclara la doctora Caballé. Por último, se preparan los reactivos que se debe mezclar con el material genético extraído para que la PCR pueda llevarse a cabo dentro del termociclador. Todo este proceso puede alargarse durante un tiempo, lo que depende del equipamiento de los laboratorios y el nivel de automatización disponible.
Por su funcionamiento, cada test utilizado tiene un rendimiento óptimo en un espacio de tiempo concreto y, por lo tanto, es importante saber cuánto tiempo hace que el paciente tiene síntomas, para poder elegir la mejor técnica diagnóstica en cada momento”, añade la doctora Blanco.
Cuáles son más fiables
- PCR frente a test de detección de antígenos: si se compara la prueba PCR con una técnica rápida basada en la detección de proteínas del virus (antígenos), la PCR tiene una sensibilidad muy superior, porque es capaz de detectar cantidades de virus mucho más bajas.
- PCR frente a test de detección de anticuerpos: si comparamos la PCR con una técnica rápida de detección de anticuerpos, la respuesta a cuál es más fiable sería “depende”, según precisa la doctora Blanco. “En función de los días que el paciente lleve enfermo puede que ya no sea posible detectar el virus mediante PCR pero que sí sea posible detectar anticuerpos (es decir, detectar la respuesta inmune que el cuerpo ha generado frente al virus). Hay que tener en cuenta que, en esta situación, se pueden estar detectando infecciones ya superadas y que el paciente ya no tenga infección por SARS-CoV-2 en ese momento”, añade.
En el caso de las pruebas rápidas, que pueden realizarse fuera del laboratorio (por ejemplo, en una consulta médica), es importante que uno o varios centros de referencia se hagan responsables de esta verificación, para poder garantizar su buen funcionamiento una vez distribuidos.
Cuidado con Internet
Durante la presentación de una encuesta que califica la atención del farmacéutico durante la crisis del COVID-19 con un 8,4 puntos sobre 10, el presidente del Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (CGCOF), Jesús Aguilar, ha recordado ha recordado que, a día de hoy, los tests de que se dispone actualmente en el mercado NO SON DE AUTODIAGNÓSTICO y, por lo tanto, no se pueden dispensar en la farmacia, y recuerda que hay que tener mucho cuidado sobre posibles tests que se ofrecen por internet ya que no cuentan con ningún tipo de seguridad.
No obstante, la Sociedad Española de Farmacia Familiar y Comunitaria (SEFAC) ha puesto en marcha en su plataforma de formación online, CAMPUS SEFAC, el curso Pruebas serológicas rápidas de COVID-19, con el objetivo de que todos los farmacéuticos comunitarios socios de SEFAC que estén interesados en realizar este tipo de pruebas serológicas rápidas puedan estar formados y preparados en el caso de que las autoridades sanitarias, en el marco del plan de desescalada, autoricen la realización de las mismas por parte de los farmacéuticos comunitarios para colaborar, junto con otros profesionales, en aumentar la detección de casos sospechosos de COVID-19. Asimismo, el curso también quiere contribuir a mejorar el conocimiento de la infección por SARS-CoV-2 y la enfermedad COVID-19.