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No sólo son sus “granitos” característicos: la piel con acné presenta otros síntomas que justifican que esta alteración cutánea sea una de las que más preocupa a la población en general y a los adolescentes en particular. Pero hay más: los excesos y el cambio de hábitos asociados a las fiestas navideñas pueden agravar aún más este problema.
Los brillos, el exceso de sebo y una piel apagada suelen ser los acompañantes habituales del acné, una enfermedad cutánea de las glándulas sebáceas que, según explica la doctora María José Crispín, experta en Medicina Estética de la Clínica Menorca de Madrid, obedece a “causas múltiples y tiene un curso autorresolutivo, que afecta a zonas como la cara, el pecho y la parte superior de la espalda y aparece fundamentalmente en la pubertad y la adolescencia”. La solución pasa por poner en marcha un plan de acción dirigido a mantener a raya los brotes y a prevenir su aparición en cualquier momento… porque el acné no es solo una “cuestión de edad”.
Señas de identidad
-Más, en mujeres. “Es una patología que afecta a un 40% de las mujeres de entre 14 y 17 años, y a un 35% de los hombres entre los 16-19”, explica la doctora Crispín.
-Como viene… se va. Desaparece generalmente a los 25 años en los hombres y a los 30 en mujeres, aunque algunas personas pueden presentar acné hasta los 40 años.
-En ellos, peor. En los hombres se presentan los casos más graves, debido a la estimulación de los andrógenos a las glándulas sebáceas.
-Enemigos íntimos: como explica la doctora Crispín, hay una serie de factores agravantes del acné: “Predisposición genética, estrés, brote premenstrual, alimentación, obesidad, sudoración, ciertos medicamentos y cosméticos de consistencia grasa”.
La lesión es la pista
María José Crispín comenta que “la forma más frecuente de acné es el común, que puede ser leve, moderado o severo. Asimismo, según el tipo de lesiones, el acné se clasifica en distintos tipos”:
- Preacné (grado 0): hiperqueratosis folicular.
- Comedogénico (grado I): comedones y pápulas.
- Papulo-postulos (grado II): pápulas o póstulas superficiales.
- Pustuloso-nodular (grado III): póstulas profundas o nódulos.
- Quístico (grado IV): nódulos, quistes y cicatrices.
Abordaje: personal e intransferible
“El objetivo del tratamiento del acné es minimizar las manifestaciones clínicas y evitar las secuelas. Por ello, se realiza de forma personalizada, dependiendo del diagnóstico (edad, sexo, fototipo de piel, etc.). Esto implica que el paciente debe seguir al pie de la letra y durante periodos prolongados las pautas indicadas por el médico. Básicamente, éstas consisten en una correcta higiene, la evitación de cosméticos comedogénicos y una alimentación sana. En cuanto a los productos a utilizar, los tratamientos por vía tópica están indicados para controlar las formas leves y moderadas de acné y, en función de la evolución, se combinan con fármacos. El acné moderado o grave, no suele responder bien a la terapia tópica y necesita de antibióticos vía oral durante varios meses”.
Limpiar, hidratar… y dieta sana
El tratamiento con productos específicos es el eje del manejo del acné, pero debe ir siempre acompañado de una serie de gestos cosméticos y hábitos saludables:
- Limpieza: prioritaria, indispensable e insustituible. “La limpieza es una parte muy importante del tratamiento. Se debe limpiar bien la piel a diario, retirando toda la suciedad y/o e maquillaje una o dos veces al día con un jabón específico para pieles grasas, pero suave y que no reseque la piel ni la irrite. Las cremas deben ser con base de agua, no comedogénicas y que no obstruyan los poros”, dice Crispín.
- Hidratación: que no falte. Existe la creencia de que aplicar productos hidratantes sobre una piel acneica puede aumentar sus niveles de grasa, empeorando por tanto el problema. Nada más lejos de la realidad. Los expertos de Benzacare inciden en que la hidratación diaria es clave en el cuidado diario de estas pieles para asegurar su nivel hídrico, calmarlas y mejorar la sequedad. Deben utilizarse productos específicamente formulados para pieles acneicas, no comedogénicos y con efecto matificante. Hay que aplicarlas siempre sobre el rostro limpio y seco.
- Alimentación pro-piel calmada. “El acné está relacionado con un alto consumo de lácteos y dulces. También se debe evitar la ingesta de grasas malas; no abusar de los lácteos ni de los hidratos de carbono de cadena corta (azúcar y harinas blancas) y, en general, llevar una alimentación sana”, recuerda la doctora Crispín.
¿Cómo actúan los activos antiacné?
En cuanto a los principios activos que son más efectivos para el tratamiento del acné, María José Crispín apunta que existen varios como los ácidos retinoico, salicílico o glicólico, “que tienen una acción queratolítica (esto es, que desobstruye el folículo pilosebáceo y permite el drenaje del mismo); el peróxido de benzoilo y el ácido azelaico, que son antimicrobianos tópicos (el ácido azelaico es además sebolítico y antiinflamatorio); antibióticos orales; anticonceptivos orales (para los desajustes hormonales asociados al acné); y, finalmente, como último y más eficaz agente antiacneico, la isotetrinoína oral”.
Ácido tranexámico: para las manchas post acné
Para el tratamiento de las manchas posteriores al acné, hay un ingrediente cada vez mejor posicionado en los productos específicos: el ácido tranexámico. Según explica Bella Hurtado, directora de formación de la firma Boutijour, las marcas que quedan después de los brotes de acné reciben el nombre de pigmentación postinflamatoria. “Se trata de un tipo de manchas que aparecen tras los granitos y que se deben a un incremento en la melanina de la piel, algo que aparece como una herramienta de protección del tejido cutáneo. Al ser una zona sensible a factores externos, como los rayos del sol, la piel compensa todo con un aumento de melanina que resulta bastante antiestético, además de quedarse como recuerdo de ese granito que tuvimos”.
En este escenario, el ácido tranexámico trabaja reduciendo la pigmentación excesiva. “Se trata de un derivado de un aminoácido, la lisina, capaz de iluminar la piel y mejorar su complexión, ayudando a unificar el tono”, añade la experta.
Hipersensibilidad acneica: cuidado con la exfoliación non stop
La exfoliación es uno de los gestos cosméticos imprescindibles para mantener la piel a punto ya que, básicamente, consiste en la eliminación de las células muertas de la capa más superficial para dar paso a una epidermis fresca y renovada. Sin embargo, como explican desde la firma Perricone MD, hay una delgada línea entre su uso adecuado y el exceso, que puede dar lugar a una sobreexfoliación que a su vez provoca justo el efecto contrario del deseado, sobre todo en el caso del acné: los brotes irritativos o hipersensibilidad acneica. “La piel necesita exfoliarse para eliminar las células muertas, mejorar los niveles de hidratación, regenerarse y equilibrar los niveles de grasa. Sin embargo, si exfoliamos más de lo conveniente o con mayor asiduidad de la adecuada, se puede comprometer su función barrera. Esta barrera, formada sobre todo por lípidos, es la responsable de mantener los niveles de hidratación óptimos de la piel. Sin en ella aparecen fisuras, se queda sin nada de grasa, pierde humedad, aparecen rojeces y, en definitiva, la piel se desequilibra”, afirma la cosmetóloga Raquel González, directora de formación de Perricone MD.
Como consecuencia de este efecto, es posible que la piel intente auto-curarse generando más grasa para recuperar esa barrera. “En ese proceso, al estar alterada, puede producir un exceso, manteniendo la rojez, segregando más sebo y ocasionando brotes de granitos”, comenta por su parte Elisabeth San Gregorio, directora técnica de la firma Medik8.
La cuestión es, ¿cómo prevenir este acné por irritación? Lo primero, revisar la piel para saber si es apta o no apta para una exfoliación. “Los productos exfoliantes, ya sea por exfoliación física (con gránulos) o química (con alfa, beta o polihidroxiácidos) tienden a irritar, sobre todo el inicio de su uso”, explica la biotecnóloga y cosmetóloga Sonia Ferreiro, responsable técnica de Ambari Beauty, quien recomienda acudir siempre a un experto que prescriba el producto adecuado, ya que “cada piel es un mundo. Unas necesitarán más o menos exfoliación y un tipo de exfoliación u otra. También hay pieles que son más resistentes a unos ácidos que a otros”.
En cuanto al tratamiento de esta hipersensibilidad, Raquel González aconseja que, para solucionarla, lejos de exfoliar o intentar seborregular más la piel, hay que centrar los esfuerzos en calmarla. “En este sentido, van muy bien los productos con activos calmantes, como el CBD o la niacinamida, así como activos hidratantes, como el ácido hialurónico o la urea, por ejemplo”.
En manos profesionales
Prepeeling: Se realiza durante dos semanas para preparar la piel y evitar efectos secundarios producidos por el peeling, como por ejemplo irritaciones. “Consiste en aplicarse productos de higiene facial, cremas y, cada mañana, utilizar un protector solar específico para pieles acneicas. Puede acompañarse de cremas de acción exfoliante suave a base de ácido salicílico o glicólico a baja concentración. Por la noche, aplicar una crema con ácido retinoico o con retinol, para estimular la renovación cutánea”.
Peeling: Se puede realizar con tres tipos de ácidos: retinoico, salicílico y glicólico. “La elección de uno y otro depende enteramente del diagnóstico del profesional médico. El número de sesiones varía en función del grado de acné y de la respuesta de cada caso. Generalmente, son necesarias varias sesiones que deben distanciarse como mínimo un mes”, comenta Crispín.
- Ácido retinoico: “Se aplica este ácido (vitamina A) con una alta concentración, para llegar a los niveles más profundos de la piel. Tiene un efecto rejuvenecedor, disminuye las arrugas y las marcas en la piel, proporciona un efecto tensor y estimula la producción de colágeno y elastina, por lo que tiene efectos beneficiosos a largo plazo. Este ácido está indicado también para estimular el recambio celular, la renovación de células muertas e incrementar el nivel de hidratación natural de la piel. Su efecto antiséptico previene el acné y otras infecciones, dejando la piel facial luminosa, y con tono uniforme”. La aplicación del peeling de ácido retinoico debe realizarla siempre un profesional, porque puede irritar la piel, y hay que controlar las dosis adecuadas para cada caso. No puede aplicarse en mujeres embarazadas o en periodo de lactancia, y se debe tener mucha precaución para evitar la exposición solar.
- Ácido salicílico: Este activo acelera el recambio epidérmico (por tanto, es exfoliante), y ayuda a eliminar las espinillas y cicatrices de acné. “Produce una sensación de quemazón que se inicia al minuto de su aplicación y dura 2-3 minutos. No se puede aplicar en zonas extensas ni sobre pieles alteradas. Al cabo de dos días, produce descamación”, dice Crispín.
- Ácido glicólico: Tiene acción exfoliante y a nivel del conducto pilosebáceo facilita la eliminación de los comedones (espinillas). “Se utiliza mucho en aquellos pacientes en los que se ya han aplicado anteriormente cremas con ácido glicólico. En altas concentraciones, puede irritar la piel”.
Postpeeling: “Consiste sencillamente en utilizar un factor de protección total para pieles acneicas y cremas con los mismos activos que se han utilizado en el peeling, pero en concentraciones menores”, señala la especialista.
Tratamiento por vía oral: cuándo y cómo
Según la doctora Crispín, el tratamiento oral consiste en la administración de fitoterapia a base de suplementos específicos para piel acneica, compuestos por zinc, aceite de onagra, levadura de cerveza y vitaminas A, B y E. “En los casos más graves hay que recurrir a los fármacos, siguiendo un orden: en primer lugar, antibióticos (de uso oral o tópico a base de tetraciclinas); anticonceptivos (para regular si existe algún problema hormonal) e isotretionina (en casos de acné rebelde que no responde a los otros tratamientos)”.
Objetivo: prevenir (o tratar) las temidas secuelas
La mejor forma de evitar los “daño colaterales” del acné es acudir al médico para que realice un buen diagnóstico y aplique un tratamiento adecuado. “Cuanto antes se inicie el tratamiento individualizado, menos secuelas cicatrizales quedarán”, dice la doctora Crispín, quien ofrece una serie de recomendaciones para minimizar este riesgo:
- Es fundamental no manipular o exprimir las lesiones para evitar marcas o cicatrices.
- Tener cuidado con las cremas que contienen vitamina C y los tratamientos de infiltración de vitaminas, porque pueden empeorar y disparar los brotes de acné.
- Hay que proteger la piel del sol para evitar pigmentaciones, usando para ello un factor de protección específico para piel acneica.
- “Para tratar las secuelas, cuando ya no queda acné activo, hay distintos tipos de láser que permiten eliminar manchas y cicatrices. Dependiendo del tipo de piel, de la marca y del grado de lesión se elige una u otra técnica. En la Clínica Menorca las marcas leves se tratan con láser Picosure y las más profundas con el láser CO2”.
PRODUCTOS
1-Benzacare Spotcontrol, de Galderma. Crema hidratante con SPF30 para el cuidado diario de las pieles acneicas que calma, hidrata y mejora la sequedad.
2-Acnexpert Solution, de Lullage. Crema para granos e imperfecciones específicamente formulada para la piel grasa con tendencia a “brotar”.
3-Biretix Micropeel, de Cantabria Labs. Gel exfoliante, limpiador y renovador epidérmico con efecto micro-peeling.
4- Cold Plasma Plus+ CBD Advanced Serum Concentrate de Perricone MD. Muy efectiva para tratar la hipersensibilidad acneica, contiene cannabidiol puro, que ayuda a calmar la piel.
5-Acnaid Gel, de Olyan. Tratamiento ligero e hidratante para el acné comedogénico, tanto en adultos como en adolescentes.
6-Depigmenting Serum Skin Perfect, de Bluevert. Con ácido tranexámico, logra una acción completa (antimanchas, despigmentante, unificadora e iluminadora).
7-Multirenovador peeling noche, de Laboratorios Babé. Serum estimulador de la renovación natural de la piel que actúa atenuando imperfecciones, arrugas y manchas.
8-Toallitas Acniben On the Go, de Isdin. Ayudan a minimizar las imperfecciones, los granos y los brillos faciales en cualquier lugar y momento gracias a su práctico formato.