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La presencia al alza de ingredientes top como el ácido hialurónico en las formulaciones capilares; el uso (y disfrute) del champú sólido o el papel de las “perversas” siliconas condenadas a desaparecer, son algunas de las cuestiones que generan más dudas en el “ámbito melena”. Los expertos dan respuesta y soluciones a algunas de las más frecuentes.
Pocos aspectos relacionados con el cuidado corporal suscitan tantas preguntas y plantean tantas consultas a los expertos como el cabello. En los últimos tiempos, además de la tipología (liso, rizado, fino, encrespado…), o de los problemas más típicos derivados del estilo de vida (exposición al sol, uso de productos de styling, técnicas de peinado que utilizan calor), han venido a unirse a ese “mar de dudas” cuestiones directamente relacionadas con el uso-eliminación de determinados ingredientes, o las evidencias sobre el impacto en el cabello de ciertas situaciones fisiológicas o circunstancias ambientales. Estas son las respuestas y consejos de los especialistas a algunas de esas “inquietudes” capilares:
- Envejecimiento capilar: ¿son las canas el único síntoma?
En absoluto. Tal y como explica la farmacéutica Belén Acero, titular de Farmacia Avenida de América, de Madrid, y especialista en Dermofarmacia, después de los 50 años, y más concretamente alrededor de la menopausia, la calidad del cabello puede cambiar, siendo las principales manifestaciones de este cambio un pelo más seco, fino, con canas y con pérdida de volumen y densidad. De hecho, muchos estudios demuestran que, con la edad, la densidad del cabello se reduce en un 22%; el crecimiento disminuye en un 12,6%; pierde resistencia en un 18%, y la porosidad aumenta en un 50%. “Hay muchas causas que producen el envejecimiento capilar: desde las variaciones hormonales hasta una mala circulación sanguínea en el cuero cabelludo o una baja producción de queratina, pasando por una disminución en la producción de sebo, lo que a su vez da lugar a una mayor sequedad. Estos factores internos y genéticos pueden explicar una peor calidad capilar. Además, con la edad, los folículos pilosos son menos activos y el pelo crece más lentamente”, afirma la experta.
En cuanto a las canas, la farmacéutica explica por qué se producen: “En la base del folículo piloso, los melanocitos responsables de la pigmentación del cabello secretan menos melanina, y de ahí la aparición de las canas”.
Además, estas causas, inherentes al proceso de envejecimiento, pueden verse agravadas por factores externos, como los rayos ultravioletas, la contaminación, los lavados capilares con productos demasiado agresivos o incluso tratamientos químicos repetidos (coloración, alisado, decoloración), que se suelen realizar a estar edad con más frecuencia con el objetivo principal de “tapar” las canas. “Estos factores ambientales conducen al estrés oxidativo, y, por tanto, a una producción de radicales libres a nivel celular que desemboca en una disminución de la renovación celular, una ralentización del ciclo del cabello y la destrucción de los melanocitos”.
1-Spectral-F7, de DS Laboratories. Sérum capilar que estimula y favorece el crecimiento del cabello, contrarrestando la pérdida causada por el estrés.
2-Karité Champú Suave Fortificante, de Topicrem. Especialmente formulado para los cabellos rizados y encrespados y para cueros cabelludos sensibles.
Rutinas que se ponen de tu parte
Para evitar en la medida de lo posible el envejecimiento capilar y ralentizar/minimizar sus manifestaciones, Belén Acero aconseja seguir una serie de pautas:
- “Protocolo” de prevención. “Ante los primeros signos, se debe anticipar el envejecimiento capilar haciendo hincapié en la utilización de principios activos que estimulen la microcirculación en el cuero cabelludo (minoxidil, por ejemplo, que se encuentra en las farmacias en forma de lociones), así como recurrir a fórmulas que proporcionan nutrientes para favorecer el crecimiento del cabello (péptidos, prodizia, ginseng…)”.
- La dieta tiene mucho que ver. “La alimentación es crucial para mantenernos sanos en general y evitar el envejecimiento capilar en particular. La recomendación en este sentido es seguir una dieta rica en vitaminas (A, E y B) y en nutrientes, aminoácidos y oligoelementos, para estimular el crecimiento del cabello. Una dieta variada y equilibrada garantiza los niveles adecuados de estos nutrientes. Además, los complementos alimenticios son ideales para aportar vitaminas y minerales, que actúan en el corazón del folículo piloso, estimulando su crecimiento”.
- Sustituciones “a medida”. La farmacéutica aconseja cambiar el champú habitual por una fórmula redensificante enriquecida con nutrientes, como las vitaminas A, B6 y B8, selenio y cobre, y con activos que estimulen la microcirculación sanguínea. “Y para la fibra, ya que el cabello tiende a estar más reseco, recomiendo utilizar siempre acondicionador y/o mascarillas nutritivas con mantecas, aceites, etc.”.
- Blindaje “atmosférico”. Es muy importante ofrecer al pelo una protección eficaz contra las herramientas de calor y los rayos UVA. “Conviene protegerlo de las agresiones producidas por estos factores limitando los gestos de peinado agresivos y aplicando tratamientos protectores de calor”, apunta Belén Acero.
- Champú y acondicionador sólidos: ¿cómo se usan?
Las formulaciones sólidas de los productos capilares poco a poco se han ido convirtiendo en un must, ya que aportan muchas ventajas frente a las versiones líquidas: ocupan poco espacio y son fáciles de transportar (lo que las convierten en la opción ideal llevar a un viaje, por ejemplo); no necesitan envoltorio de plástico y son óptimas en cuanto a la preservación del medio ambiente se refiere. Sin embargo, no todo el mundo sabe muy bien cómo utilizar estos productos y sacar todo el partido a sus posibilidades. Los expertos de la firma Natural By Me ofrecen una “guía práctica” para no iniciados en estos productos.
-La pauta, paso a paso. En primer lugar, hay que mojar bien el cabello. Después, sujetar la pastilla de champú sólido y enjuagar con ella el pelo, masajeando suave y directamente sobre el cuero cabelludo. “Otra opción es espumar la pastilla sobre las manos mojadas y a continuación distribuir la espuma sobre el cuero cabelludo. Colocar después el champú sólido en un lugar en el que pueda secarse correctamente. Lo ideal es, por ejemplo, una jabonera de bambú. Con el recipiente correcto, el jabón capilar durará mucho más. Finalmente, aclarar bien el cabello, a ser posible con agua tibia”.
-Zona limitada. “Para que el resultado sea óptimo es muy importante tener en cuenta que el champú debe aplicarse solo sobre el cuero cabelludo. El largo del cabello se limpiará con la espuma que caiga de forma natural durante el proceso de lavando”.
-La importancia del “almacenamiento”. Los expertos hacen hincapié en que utilizar la cosmética sólida es muy sencillo y no difiere mucho del uso de un champú convencional. “La clave (y principal diferencia entre ambos) es encontrar un lugar dónde depositarlo una vez utilizado y poder alargar así su uso”.
–Y el acondicionador, también. Tras los champús, pioneros en la cosmética capilar sólida, cada vez más se pueden encontrar acondicionadores capilares en este formato y al igual que el champú, la forma de usarlo es muy sencilla: “Sobre el cabello húmedo o mojado, frotar la pastilla directamente sobre medios y puntas, evitando la raíz. Se debe repartir por todo el cabello, masajeándolo y dejando actuar durante 2-3 minutos. A continuación, aclarar con abundante agua”. Lo habitual es utilizar el acondicionador inmediatamente después del champú (tras el aclarado, eliminando el exceso de humedad con una toalla), pero los expertos de Natural By Me aconsejan otra opción de uso: “Para una nutrición extra, aplicar el acondicionador sólido directamente sobre las puntas, previamente humedecidas”.
3-Antiage Hair Boost, de Farma Dorsch. Complemento alimenticio capilar específico para el tratamiento y prevención de la caída, escasez, volumen y brillo capilar.
4-Champú Sólido a la Avena, de Klorane. A base de Avena sativa L, está indicado para todos los tipos de cabello. Suaviza y desenreda el pelo de toda la familia.
- Siliconas: ¿por qué están “condenadas a la extinción” en los productos capilares?
Las siliconas son polímeros derivados del petróleo que llevan mucho tiempo formando parte de la formulación de la cosmética capilar ya que aportan una textura cremosa a los productos y proporcionan suavidad y brillo al cabello. Además, desde el punto de vista de los fabricantes, son muy económicas y tienen una gran estabilidad química. Su presencia se identifica simplemente leyendo la etiqueta del producto (el código INCI) y se distinguen por su terminación, ya que acaban en “-cona” o en –“siloxano” (dimeticona, trimeticona, amodimeticona…).
Sin embargo, la tendencia es a eliminarlas de la lista de ingredientes de estos productos. Caroline Greyl, presidenta de la firma Leonor Greyl (marca pionera en las fórmulas “silicon free”), explica las principales razones por las se aconseja erradicarlas de la rutina capilar: “Las siliconas asfixian el cuero cabelludo, impiden que el pelo absorba nutrientes y hacen que la melena se engrase con más rapidez y pierda brillo”, señala.
En cuanto al efecto acondicionador que se atribuye a este ingrediente, la experta apunta que es falso: “Forman una película alrededor del pelo y recubren el exterior de la fibra, dándole un aspecto suave y brillante que no es real, ya que su acción es puramente cosmética, no de tratamiento. Además, esa película creada alrededor del cabello actúa a modo de pantalla, impidiendo que penetren los productos hidratantes, nutritivos, reparadores, etc., que se apliquen posteriormente. Por ejemplo, puede impedir que las coloraciones alcancen en profundidad la fibra capilar, favoreciendo que el tono del tinte dure menos”.
El cuero cabelludo también resulta damnificado por las siliconas: “Se depositan en esta zona y tienen un efecto oclusivo que impide la oxigenación y, por tanto, la asfixian. Esto tiene como consecuencia que el pelo se engrase y se ensucie más rápidamente y que el cabello pierda volumen”.
La experta aconseja someter al cabello a un “plan detox” de estas sustancias y señala cómo hacerlo: “El primer paso es obvio: eliminar todos los productos capilares que contengan siliconas, tanto champús y acondicionadores como productos de styling. Hay que tener cuidado con algunos aceites capilares, cuyo contenido en aceites naturales es mínimo frente a la cantidad de siliconas que aportan”. Greyl advierte que son necesarias varias semanas “libres de siliconas” antes de eliminarlas por completo tanto de la fibra capilar como del cuerpo cabelludo.
- Colágeno y ácido hialurónico: ¿también en el pelo?
Más de cuatro millones de reproducciones. Esa es la repercusión que ha tenido el video que la maquilladora estadounidense Katilyn Boyer ha subido a la red social Tik Tok y en el que cuenta los beneficios de aplicar directamente en las puntas del cabello el mismo suero facial de ácido hialurónico que se utiliza en la cara. Tal y como se demuestra en el vídeo, durante un “seguimiento” de dos semanas se puede observar cómo día a día las puntas parecen más flexibles y brillantes. Ante el éxito de este truco, los expertos han salido al paso, recordando que no todos los serums faciales a base de ácido hialurónico funcionan para el cabello, ya que pueden engrasarlo. La solución pasa por utilizar productos capilares específicos que incluyan este ingrediente. Así lo explica Rosa Roselló, directora de formación de Druni: “Por un lado, para cabellos muy secos y deshidratados, el ácido hialurónico resulta ser un gran aliado para cuidarlo y restaurarlo. A la vez que hidrata en profundidad la fibra capilar, repara el cabello dañado, le devuelve el brillo y la luminosidad, previene la aparición de puntas abiertas e incluso combate el frizz o encrespamiento. Por otro lado, también tiene beneficios para los cabellos rizados, ya que reestructura los rizos aportándoles flexibilidad y definición. Tantos puntos a favor hacen que el ácido hialurónico esté presente en gran variedad de productos para el cuidado del cabello”.
En la misma línea, el estilista Álex Sestelo, director del Salón Alex Sestelo, de Madrid, aconseja especialmente el uso de este activo cosmético en el caso de los cabellos encrespados y desvitalizados, y recomienda emplearlo en combinación con otro ingrediente prácticamente omnipresente en la cosmética facial (y cada vez más también en la capilar): el colágeno. “El ácido hialurónico promueve la retención de agua en el cabello, aumentando la hidratación, tanto en el cuero cabelludo como en la fibra capilar; mientras que el colágeno rellena la fibra capilar, ayudando a conservar la elasticidad natural del pelo y proporcionándole efectos reparadores y rejuvenecedores”.
- ¿”Falsa caspa” o dermatitis seborreica?
“La dermatitis seborreica es una condición dermatológica frecuente, caracterizada por la erupción de manchas rojas, irritación y descamación, que puede afectar a la cara, el pecho o el cuero cabelludo. Es casi imposible erradicarla de forma permanente, pero hay varios tratamientos que pueden mejorarla y mantenerla a raya”, explica la farmacéutica Belén Acero.
Se trata de una patología inflamatoria, a menudo ligada a la proliferación de un hongo llamado Malasezzia, en zonas del cuerpo que son ricas en glándulas sebáceas. “Es la famosa costra láctea que parece en el cuero cabelludo de muchos bebés. También se manifiesta a menudo en la adolescencia, cuando las glándulas sebáceas se vuelven hiperactivas. Además, un alto porcentaje de adultos también se ven afectados, especialmente en momentos de estrés o fatiga intensa. El frío y la contaminación también son factores agravantes”, explica la experta.
En cuanto a los síntomas, Belén Acero comenta que esta afección cutánea suele afectar al cuero cabelludo y se manifiesta con picor, enrojecimiento y, en muchos casos, la aparición de costras y descamación, que se conoce de manera común como caspa. “No se trata de nada grave ni contagioso, pero es necesario el uso regular de un champú específico para tratarla. Para un buen resultado se debe aplicar tres veces por semana durante 4-6 semanas, y luego una o dos veces por semana para el mantenimiento. Cuando la dermatitis se extiende por la cara, se localiza principalmente en el borde del cuero cabelludo, cerca de las cejas, en las aletas de la nariz y en la región de la barba en los hombres”.
Aunque es un problema de carácter crónico (por lo que no hay nada que la haga desaparecer para siempre), sí se puede mantener a raya, evitado que surjan brotes. Para ello, lo ideal es utilizar un champú con ingredientes antifúngicos, como la piroctona olamina; antiinflamatorios y calmantes, como el pantenol; y queratolíticos, como por ejemplo el ácido glicólico. “Es fundamental dejar actuar el champú en el cuero cabelludo durante al menos un par de minutos, para que los activos tengan tiempo de hacer su función. Si no se está en un momento de ‘brote’, este champú específico se podría alternar con otro suave, que no produzca irritación en el cuero cabelludo (algo muy típico en las personas que padecen este problema)”.
Junto al tratamiento adecuado, es también muy importante evitar determinados gestos y situaciones: “Se recomienda encarecidamente no rascarse ni quitarse las costras con las uñas, ya que se corre el riesgo de agravar el problema al propagar un hongo microscópico a las zonas no afectadas de la piel. Por otro lado, no hay que espaciar los lavados, al contrario, se debe que lavar frecuentemente el cabello para evitar el exceso de grasa, un factor clave en esta patología. Tampoco recomiendo el uso de champús con tensioactivos fuertes que puedan irritar, ni aplicar productos con aceites, como mascarillas y acondicionadores, en el cuero cabelludo. En vez de eso, hacerlo solo de medios a puntas”, señala Belén Acero.
5-Keratin-Hyaluronic, de Nuggela & Sulé. Ampollas flash reparadoras para cabello dañado a base de queratina y ácido hialurónico. Seis aplicaciones para 15 días de tratamiento.
6- Mascarilla Tonucia Natural Filler, de René Furterer. Mascarilla repulpante desenredante con una innovadora textura agua-gel que reactiva la juventud del cabello desvitalizado.