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La secreción de melatonina se realiza en función de la luz solar
Más luz, días más largos, la posibilidad de hacer más planes (muchos de ellos al aire libre) hacen que la llegada de la primavera repercuta en un estado de ánimo más positivo. Sin embargo, estas variaciones provocan en algunas personas (niños y mayores, sobre todo) cansancio, tristeza y falta de energía. Es lo que se conoce como astenia primaveral y se trata básicamente de una adaptación del cuerpo a los cambios de temperatura y humedad cuya causa puede estar en nuestro reloj circadiano, el cual necesita un tiempo para acomodarse a los cambios de luz. Los síntomas de la astenia primaveral se suelen extender, por norma general, a lo largo de diez o quince días, dependiendo de la capacidad de adaptación del individuo, y se suelen acompañar de otros como fatiga muscular, falta de apetito, trastornos del sueño, disminución del deseo sexual, dolor de cabeza o tristeza.
La razón de este proceso lo encontramos en la melatonina, una hormona que se produce, principalmente, en la glándula pineal, y participa en una gran variedad de procesos celulares, neuroendocrinos y neurofisiológicos, como controlar el ciclo diario del sueño en función de la luz solar. Así a más luz, se produce menos melatonina, por lo que la función de inducir el sueño que tiene esta hormona, se produce de forma más tardía. También es importante resaltar que este cambio de hora es más agresivo en primavera (cuando perdemos una hora) que en octubre (cuando la ganamos).
De igual forma, algunos estudios realizados acerca del cambio horario y sus efectos en el organismo humano, relacionan el cambio de hora primaveral con un ligero aumento de algunas enfermedades cardiovasculares, en personas susceptibles, así como un mayor índice de aumento de riesgos de presentar agudizaciones en pacientes con alteraciones psicológicas. No obstante, se trata de planteamientos no generalizables y circunscritos a personas muy sensibles.
Consejos para adaptarse al cambio de hora
A la hora de mejorar la adaptación a esta nueva época del año, Vanesa Tejón, psicóloga del Hospital Vithas Xanit Internacional, perteneciente al grupo sanitario Vithas, nos da algunos consejos: «Durante estas semanas debemos tomar más frutas, verduras y cereales, practicar ejercicio físico y tratar de dormir más, con el fin de evitar los síntomas y adaptarse mejor a la nueva estación. De igual forma, debemos modificar paulatinamente el horario de las comidas para adaptarlo poco a poco al nuevo, ajustar también la hora de acostarse (empezar cuatro días antes del cambio de hora, con 15 minutos cada día), no dormir la siesta hasta que el organismo se habitúe al nuevo horario de sueño, mantenerse hidratado, realizar ejercicio físico con moderación y no tomar medicamentos para dormir, ni bebidas alcohólicas, y limitar la ingesta de cafeína».