Una relación peligrosa

Si estás en tratamiento con alguno de estos medicamentos durante una ola de calor, lo mejor es quedarse en casa.

Cuatro son los grandes grupos de medicamentos que pueden agravar los efectos del calor: los que afectan al funcionamiento del riñón, los fármacos que favorecen la pérdida de agua, los que interfieren en la necesaria pérdida de calor y, por último, los que pueden aumentar de forma indirecta la temperatura corporal. Atentos a si estás en tratamiento con alguno de ellos.

Según explican desde la Vocalía Nacional de Oficina de Farmacia del Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (CGCOF), el índice de peligrosidad de un medicamento por efecto del calor viene definido por su pertenencia a alguno de cuatro grandes grupos:

  1. Medicamentos que afectan al funcionamiento del riñón: con especial precaución en aquellos que de por sí ya pueden producir toxicidad renal (aminoglucósidos, ciclosporina, tacrolimus, etc.).
  2. Medicamentos que interfieren con los mecanismos de pérdida de calor del cuerpo: bien por reducir la sudoración o bien porque disminuyan la dilatación de los vasos sanguíneos de la piel.
  3. Medicamentos que favorecen la pérdida de agua o electrolitos
  4. Medicamentos que pueden aumentar de forma indirecta la temperatura corporal

Dentro de ellos, se engloban nada menos que 680 principios activos, unas 7.000 presentaciones autorizadas y dispensables en farmacia comunitaria, que requieren de mucha precaución en episodios de ola de calor y deben ir siempre precedidos del consejo previo del farmacéutico.

En olas de calor, ¡mejor quédate en casa!

Si estás en tratamiento con alguno de estos medicamentos, sobre todo aquellos susceptibles de bajar la tensión arterial (antihipertensivos, antianginosos) y aquellos que producen sueño, lo más conveniente es quedarte en casa, ya que pueden agravar indirectamente los efectos del calor en el caso de alguna de las dos complicaciones más graves que se derivan del calor extremo: el síndrome de agotamiento-deshidratación, derivado de la pérdida excesiva de líquidos y cuya aparición se produce de forma paulatina, en varios días; o el golpe de calor, que se produce por un fallo en los mecanismos de termorregulación y aparece de forma repentina. Este último, si no se trata rápidamente, puede tener una evolución fatal.

Desde la vocalía de Oficina de Farmacia también advierten de que, en el caso de producirse una deshidratación y estar tomando algún medicamento como sales de litio, digoxina, metformina, estatinas, etc., el calor puede modificar su distribución o su eliminación. 

El mantenimiento “de base”

  1. Conservar los medicamentos en un lugar fresco y seco (la mayoría de los medicamentos se deben conservar a temperaturas inferiores a los 25-30ºC).
  2. Utilizarlos tan pronto como se saquen del frigorífico, cuando sea necesario conservarlos entre 2-8ºC.
  3. Tener especial precaución con aquellas formas más sensibles al calor como los supositorios, óvulos y cremas.
  4. En caso de necesitar transportarlos hacerlo en una nevera portátil evitando siempre la guantera y el maletero del coche. Son algunos de los consejos de la Vocalía Nacional de Oficina de Farmacia del Consejo General.

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Paula Rivero

Licenciada en Ciencias de la Información, rama Periodismo y licenciada en Historia Contemporánea por la Universidad de Sevilla. Tras varios períodos en prácticas en diarios como ABC Sevilla o Diario...