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“Mi hijo de 12 años está muy resfriado y no consigue dormir bien por la noche porque está muy congestionado. ¿Cómo puedo aliviar su congestión nasal?”
Nos escribe… Andrés (Zamora)
La congestión nasal es uno de los síntomas más frecuentes en los procesos agudos que afectan al tracto respiratorio superior y también uno de los síntomas más molestos del resfriado y otros procesos que afectan a las vías respiratorias. Se debe, en la mayoría de los casos, a la inflamación e hinchazón de los tejidos del revestimiento de los conductos nasales y los senos paranasales. Puede tener orígenes bastante diversos: resfriados, gripes, alergias, infecciones sinusales e incluso un uso abusivo de descongestionantes nasales, dando lugar, como consecuencia, a los diferentes tipos de rinitis.
La congestión nasal dificulta la respiración en mayor o menor medida, a la vez que puede interferir en la audición y el sueño, asociándose en este último caso a los ronquidos.
Congestión nasal: pautas que alivian
- Beber abundante líquido: ayuda a fluidificar el moco y facilitar su expulsión.
- El vapor de agua suele mejorar la congestión, por ejemplo, tras la ducha. No se recomienda inhalarlo directamente del agua hirviendo, ya que pueden producir quemaduras. Algunos aceites esenciales, como el de eucalipto, se utilizan tradicionalmente para este fin, pero están totalmente contraindicados en embarazadas, al existir riesgo para el feto, en niños menores de 3 años y en pacientes asmáticos, ya que pueden producir broncoespasmo. Es mejor utilizar un humidificador.
- Normalmente la congestión empeora al estar tumbado, por lo que es conveniente que, al acostarnos, procuremos mantener la cabeza más elevada que el resto del cuerpo.
Más recursos… en la farmacia
- Lavados con agua de mar o soluciones salinas: sirven tanto para la higiene nasal como para descongestionar la mucosa y se pueden utilizar sin problemas en niños y mujeres embarazadas. Se recomienda hacer lavados 3-4 veces al día.
- Si el motivo de la congestión y/o rinitis es la alergia (lo que se conoce como rinitis alérgica estacional), aparte del tratamiento oral, el médico puede prescribir antihistamínicos nasales (azelastina, levocabastina) o corticoides nasales en spray o gotas (budesonida, beclometasona, fluticasona…).
- Pueden ser útiles las tiras adhesivas para dilatar las fosas nasales, por ejemplo, si existe desviación del tabique nasal.
- Descongestionantes nasales: llevan en su composición fármacos vasoconstrictores (xilometazolina,nafazolina, fenilefrina, etc.), que actúan disminuyendo el tamaño de los vasos sanguíneos, en este caso de la mucosa nasal. Esto reduce la hinchazón de forma rápida e intensa y el efecto puede durar hasta 4 horas o más dependiendo del principio activo. Sin embargo, al término de este tiempo, por un mecanismo compensatorio, los vasos sanguíneos vuelven a aumentar su diámetro y se produce de nuevo congestión «de rebote». Esto puede llevar a algunos pacientes a sobredosificar el medicamento, e incluso a depender de él para respirar bien, en un círculo vicioso. Por este motivo, no debes utilizar descongestionantes nasales durante más de 3 días y siguiendo siempre la posología indicada en el prospecto. Aunque no necesitan receta médica, no están exentos de contraindicaciones y efectos adversos. Los pacientes con diabetes, glaucoma, cardiopatía, arritmia, hipertensión arterial y otras patologías no deben utilizarlos y pueden interaccionar, por ejemplo, con algunos antidepresivos (IMAO).
Es aconsejable la aplicación de descongestivos nasales especialmente antes de ir a dormir, ya que la congestión empeora por la noche. Igualmente, dormir con la cabeza levantada, añadiendo cojines o almohadas adicionales y humidificar el ambiente de la habitación, ayudan enormemente a descansar y aliviar la congestión.