Deshidratación capilar, enemigo número uno de un pelo bonito

Son muchos los factores que contribuyen a que el cabello tienda a resecarse: el sol, los tintes, el uso/abuso de planchas y secadores, abuso de productos de styling… Por suerte, el arsenal de cosmética capilar ofrece un amplio repertorio de soluciones para este y otros problemas. Noviembre es el mes de su puesta a punto y las firmas de Dermofarmacia lo saben.

Muy pocas melenas se libran de la deshidratación, el enemigo número uno del bienestar capilar, que conlleva otros problemas que inciden directamente sobre su apariencia: falta de brillo, tacto áspero, puntas abiertas, debilidad y tendencia a la rotura… A esto hay que añadir otro problema: la caída capilar, más frecuente en esta época del año y que este año, muchas personas están acusando con más intensidad. Por suerte, en el mes de noviembre encontrarás las farmacias bien surtidas en las últimas novedades y lanzamientos de Dermofamacia capilar, y para potenciar el efecto de estos productos, la farmacéutica Rocío Escalante, titular de Arbosana Farmacia, aconseja seguir una serie de pautas:

1. “Tomarse en serio” el lavado. “Uno de los errores más frecuentes que se cometen es utilizar el mismo champú para el cuero cabelludo que para el resto del pelo. Si el cuero cabelludo es seco, graso, sensible o está irritado, hay que elegir un producto específico para cuidarlo; y, después, elegir el champú para la melena. Si el pelo está muy deshidratado, tiene que ser un producto reparador, que ayude a reconstruir la fibra, que refuerce el cabello en profundidad y le aporte nutrición. Recuerda que al lavar el cabello no se debe frotar, porque la cutícula se abre y se produce encrespamiento”.
2. Hidratación + nutrición. La farmacéutica aconseja utilizar una o dos veces a la semana una mascarilla reparadora, aplicándola después del lavado y dejándola actuar al menos 10 minutos. “Es recomendable trabajar la mascarilla para que penetre más profundamente, y aplicarla siempre de medios a puntas, nunca en las raíces (a no ser que se especifique en el producto elegido). Si el pelo está muy seco, aconsejo calentar la toalla y envolverlo con ella una vez aplicada la mascarilla. De esta forma se consigue reproducir en casa un ritual de cuidado profesional muy efectivo. Aclarar con agua tibia y utilizar una toalla de microfibra para secar el cabello: es un gesto sencillo que favorece lucir una melena más sana y brillante”.
3. Cuidados específicos para el pelo largo. “Cuando el pelo está muy reseco es normal que cueste más desenredarlo, y por eso es mejor aplicar antes de peinarlo alguna crema de peinado o acondicionador sin aclarado. Otra opción es desenredar el pelo con la mascarilla puesta. De esta manera se evita la rotura del cabello, que es más habitual cuando este está deshidratado”.
4. Cepillado, el gesto insustituible. Según Rocío Escalante, solemos cepillarnos poco el pelo: “Lo hacemos cuando necesitamos peinarnos, pero la realidad es que necesitamos cepillarnos todos los días para eliminar los cabellos que se caen. Para ello, hay que utilizar un cepillo de buena calidad, que no dañe el cuero cabelludo, y realizar el cepillado desde la nuca, con la cabeza hacia adelante. Lo ideal sería hacerlo por la mañana y todas las noches”.

STOP caída

En cuanto a la prevención y el tratamiento de la caída capilar, la doctora Paloma Borregón, especialista en Dermatología del Hospital Gregorio Marañón, de Madrid, comenta que “debemos entender a nuestro pelo y, por tanto, entender su caída, ya que tiene su propio ciclo: nace, crece, se cae y vuelve a salir. No debemos alarmarnos cuando encontramos en el desagüe de la ducha un puñado de cabellos, ya que esto forma parte del ciclo natural del pelo”. La especialista aconseja evitar las prácticas más agresivas que pueden dañar la estructura capilar, utilizar los productos adecuados y recurrir a complementos que no sólo impulsen el crecimiento, sino que también favorezcan el bienestar capilar. Hay muchos productos en esta línea. Uno de los más novedosos es Forcapil Crecimiento Gummies, de Arkopharma, que se presenta en forma de caramelo de goma (uniéndose así a la tendencia de la posología en modo “gominola”) y ofrece una fórmula eficaz a base de vitaminas, cola de caballo y minerales que asegura el buen estado del cabello.

¡Date el capricho!

Reparación exprés, de la A a la Z

Por muy estropeado que esté el cabello o muy intensas que sean las manifestaciones de sus problemas o tipología, el tándem cosmética capilar-tratamientos profesionales puede hacer auténticos milagros. Estas son las principales novedades que nos recomienda Valeria Costa, especialista en salud y recuperación capilar del centro Aquarela Peluqueros, de Madrid:

1. Aceite de ojón (pelo seco). “Este aceite se obtiene de una castaña que crece en una palmera típica de América Central, donde se encuentra la tribu Tawira, conocida como ‘el pueblo de los cabellos bonitos’. Aporta nutrición extrema, repone aminoácidos, evita el encrespamiento y deja un brillo intenso”, comenta Valeria Costa.
2. Alisado brasileño (pelo muy dañado). Lleva mucho tiempo encabezando la lista de los tratamientos capilares “estrella”. Valeria Costa nos explica en qué consiste: “Se trata de reestructurar la hebra, eliminando el encrespamiento. Es compatible con otros procedimientos químicos (tinte, por ejemplo) y deja el cabello completamente sano y con un brillo espectacular. Su fórmula alisa, porque la hebra capilar gana peso y mucha suavidad, pero es compatible con cualquier estilo y peinado. Su enorme efectividad reside en que es capaz de reparar todo tipo de daño capilar”.
3. Arcillaterapia (pelo graso). Además de su uso como alternativa al tinte en el caso de las canas, la arcilla, especialmente la verde, es un tratamiento muy completo para el cabello. La tipología que más se beneficia de sus propiedades es el cabello graso, ya que regula el exceso de grasa y exfolia el cuero cabelludo, además de hidratar la melena y aportar brillo.
4. Cauterización (pelo fino/deteriorado). “Este tratamiento de keratina está pensado para el cabello fino y con síntomas de falta de hidratación o nutrición. En una sola sesión aporta todas las proteínas perdidas por las agresiones químicas. El resultado es un cabello grueso, fuerte y brillante”, señala Valeria Costa.
5. Champú seco (pelo sin cuerpo/forma). Un clásico de plena actualidad, la función del champú seco va mucho más allá de disimular un cabello que no está recién lavado, sino que, tal y como explican los expertos de la firma Batiste, se trata de un auténtico “multiusos” ya que permite, entre otras cosas, añadir cuerpo a los cabellos finos, moldear los ondulados, fijar el peinado y aportar brillo, fijación y movimiento a cualquier estilo capilar sin dejar la sensación pegajosa característica de otros productos. La clave está en usarlo adecuadamente: basta con pulverizalo a unos centímetros de la raíz, sacudiendo después el exceso con una toalla.
6. Gloss capilar (pelo teñido o decolorado). Valeria Costa explica que se trata de un tratamiento que se aplica en la peluquería, ideal para realizar una hidratación rápida y eficaz tras una coloración: “Su fórmula repone los aminoácidos y nutre e hidrata el cabello teñido y decolorado, disminuyendo la agresión causada por los procesos químicos”.
7. Keratina & compañía (pelo débil y desvitalizado). Los tratamientos a base de keratina han marcado un antes y un después en los cuidados específicos en la peluquería y poco a poco han ido tomando posiciones también en las formulaciones de la cosmética capilar. La principal ventaja de esta sustancia es su capacidad para rellenar y reconstruir la fibra, eliminar el encrespamiento, devolver el brillo y la textura perdida a los cabellos más maltratados. Los productos más novedosos la incorporan formando parte de un “cóctel” de ingredientes con un potente efecto nutritivo, reparador y reconstructor del cabello en general y de la fibra en particular: ácido hialurónico (hidrata, protege y sella la fibra), colágeno (une y compacta la keratina), glucógeno marino (fortalece y estimula el crecimiento del cabello).
8. Vegano (todo tipo de pelo). Las fórmulas naturales (con tensioactivos de origen vegetal), sin sulfatos (ingrediente responsable de la espuma que hace el champú) y veganas (sin derivados de origen animal) son una auténtica tendencia en el cuidado capilar. Benefician a todo tipo de cabello, pero están especialmente indicadas para aquellos más deteriorados, los grasos y los cueros cabelludos sensibles.