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Según publica la Sociedad Española de Traumatología; la fascitis plantar se ha convertido en una de las causas más frecuentes de dolor del pie en el adulto. ¿Lo peor? Su curación es latosa y el tiempo medio de recuperación no acostumbra a bajar de los diez meses.
Tal y como explica el doctor Carlos Goncalves, traumatólogo del Hospital Vithas Valencia Consuelo. “El síntoma principal es un dolor agudo en la parte interna del talón, zona de inserción de la fascia plantar, provocado por una inflamación de este tejido fibroso que cubre el área inferior del pie conectando el hueso del talón con los dedos”. Afecta a un 10% de la población con mayor prevalencia entre los 40 y 60 años de edad. Se trata de una patología muy dolorosa y que se alarga en el tiempo pero que, con el tratamiento adecuado; puede curarse hasta en el 90% de los pacientes, según datos de la Sociedad Española de Cirugía Ortopédica y Traumatología (SECOT).
El candidato ideal de la fascitis plantar
El especialista subraya que “las personas que padecen obesidad o las embarazadas que ganan mucho peso en poco tiempo; los pacientes con mucho puente (pie cavo), o poco puente (pie plano) tienen más posibilidades de padecer fascitis plantar; al igual que los runners que corren largas distancias, los atletas y futbolistas, o las mujeres con el tendón de Aquiles tenso o corto”.
Otro factor importante que agudiza esta patología es el uso de calzado inadecuado. Según el doctor Goncalves, “una de las causas que produce más acortamiento de la cadena tendinosa y muscular posterior; es el uso continuado de zapatos de tacón”.
Objetivo: aliviar la tensión en la zona
Por ello es muy importante alternar el calzado de tacón alto con zapatos mucho más planos: para evitar que la musculatura de la pierna se acostumbre a la altura del tacón y se acorte. Es recomendable además el uso de calzado blando y mullido con una forma anatómica que ayude a la marcha y, sobre todo, que obligue a estirar el Aquiles, además de limitar el uso de chanclas y zapatos con suelas muy duras.
El objetivo principal del tratamiento es disminuir la tensión de la fascia, lo que eliminará la inflamación y la contractura. Para ello, indica el especialista, “es fundamental marcar al paciente una rutina de ejercicios de estiramiento y fortalecimiento pautados por un fisioterapeuta o un traumatólogo”. Ello, combinado con otras medidas como descansar, perder el exceso de peso, evitar actividades que empeoran el dolor en el talón; usar plantillas, aplicarse hielo o tomar los analgésicos adecuados, logran aliviar el dolor en el talón, añade este especialista.
La cirugía, que implica cortar parte del ligamento de la fascia plantar para liberar la tensión y aliviar la hinchazón; se recomienda sólo en casos muy extremos (aquellos que no mejoren con infiltraciones o tratamientos con ondas de choque y que impliquen una disminución importante en la calidad de vida del paciente). Según el doctor Goncalves “más del 90% de los pacientes no la requerirán”.