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Cuando en la pared abdominal existe una abertura o área de debilidad, puede sobresalir el contenido abdominal presionando contra la ingle, provocando un abultamiento en la zona acompañado de molestias.
Una hernia es la protrusión o salida al exterior del contenido de una cavidad, generalmente a través de un orificio natural o de una zona de debilidad de la pared que lo contiene. Alrededor del 75% de todas las hernias se presentan en la región inguinal, un trastorno frecuente que aumenta con la edad y que tiene su incidencia máxima en torno a los 60 años. Es mucho más frecuente en hombres (más de 80% de todas las hernias inguinales se producen en personas de este sexo), pero no siempre dan la cara: alrededor de una tercera parte de los pacientes apenas presenta síntomas.
En su origen puede existir un defecto congénito que provoque el desarrollo de la hernia, pero la realización de esfuerzos al defecar, toser, o levantar objetos pesados también provoca en ocasiones el traumatismo y debilitamiento de la zona y la formación de hernias.
Síntomas y complicaciones de la hernia inguinal
- Presencia de un bulto o tumefacción en la región inguinal o un agrandamiento del escroto.
- En ocasiones se asocia a dolor leve o malestar o a una sensación de tirantez en la ingle que suelen acentuarse al realizar esfuerzos, al toser o al levantarse. El dolor puede ser intenso cuando la hernia evoluciona.
- En caso de aparición de dolor de gran intensidad puede deberse a una encarcelación o incarceración herniaria que ocurre cuando el contenido de la hernia no puede regresar a su cavidad normal pudiendo obstruir el intestino.
- Si además se encuentra comprometida la circulación sanguínea del intestino, estamos ante una hernia estrangulada, cuyos síntomas incluyen vómitos y náuseas, fiebre, dolor súbito, una protuberancia que se vuelve de color rojo o púrpura, o incapacidad para evacuar las heces o gases. En estos casos es necesario acudir con rapidez a un centro médico para recibir tratamiento urgente.
Cuándo operar
El tratamiento definitivo de la hernia inguinal es el quirúrgico y consiste en la reintroducción del contenido abdominal y reparación o reforzamiento de la pared inguinal. En otros casos sin embargo, no será necesario y puede bastar con supervisar la hernia. Se recomienda cirugía para hernias que producen dolor intenso o que hayan desarrollado complicaciones.
Como medidas de prevención se debe evitar la presión excesiva en el abdomen, huyendo de los esfuerzos al defecar o al manipular cargas pesadas. No obstante, muchas hernias podrían ser inevitables, ya que no tienen causa aparente.