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Cuando hay rojez en uno o en ambos ojos, el proceso inflamatorio de lo que conocemos ya está en marcha. De ahí que a la irritación ocular se unan síntomas como irritación, dolor, picazón, sequedad e incluso secreción lacrimal. Los farmacéuticos nos dan las pautas para prevenir y tratar tan molestas sensaciones.
Cuando hablamos de ojo rojo, nos referimos al enrojecimiento de la zona más blanca de los ojos, pudiendo presentarse en diferentes grados de intensidad como respuesta a un proceso inflamatorio. Tal y como explican desde la Vocalía de Óptica y Acústica del Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (CGCOF), el ojo rojo se puede acompañar de síntomas como irritación, dolor, picazón, sequedad o secreción, entre otros y se origina por factores medioambientales (alergias, humo, polvo, vapores de productos químicos o de limpieza, aire acondicionado, etc); enfermedades como el ojo seco, la conjuntivitis o las úlceras corneales; exposición sin gafas con protección al sol, sobreesfuerzos al toser o coger peso; estilos de vida en el que exista un uso excesivo de lentillas o abuso de pantallas; así como algunos tipos de cirugía.
Blefaritis, con nombre propio
La blefaritis es un tipo de ojo rojo caracterizado por una inflamación de los párpados, producida por un exceso de grasa y bacterias en el borde del párpado, junto a las pestañas, apareciendo escamas y enrojecimiento en su base. Se trata de un trastorno muy común que llega a afectar a alrededor del 30% de la población y está relacionado con muchos de los casos de ojo seco, ya que conlleva un empeoramiento de la calidad de la lágrima. Suele aparecer además con síntomas como sensación de cuerpo extraño irritación y picor, lagrimeo y visión borrosa.
Prevenir mejor que curar
En el marco de la acción para combatir desde la oficina de farmacia esta patología tan frecuente, los farmacéuticos insisten en tomar una serie de medidas preventivas del ojo rojo como:
- Lavado habitual de manos.
- Reducción del uso de lentillas y dispositivos digitales.
- Descanso de 8 horas al día.
- Protección con gafas de sol de protección UV adecuadas durante la exposición solar.
- Uso de gotas oftalmológicas lubricantes sin conservantes para mantener los ojos hidratados si siente molestias hasta consultar al médico sobre todo si hay exposición continuada a ambientes secos.
- Al igual que en el ojo rojo, a la hora de prevenir la blefaritis es fundamental evitar desencadenantes como el aire acondicionado o la calefacción y mantener un nivel de parpadeo que evite la sequedad. Además, es necesario realizar una correcta higiene ocular; evitar el uso de cosméticos en el borde del párpado y reducir el uso de lentes de contacto, entre otros. En el caso de aparecer blefaritis, debemos realizar una adecuada higiene diaria de los párpados, utilizar lágrimas artificiales si hay sequedad ocular y complementos Omega 3 por vía oral cuando en estos casos no se mejore sintomatología.
Tratamiento según su origen
- Origen alérgico: colirios antihistamínicos y colirios que aporten hidratación en caso que vaya asociada una sequedad ocular.
- Origen bacteriano: colirios antibióticos que podrán ir acompañados de toallitas de higiene ocular para evitar sobreinfecciones y mantener una buena salud ocular, que usaremos antes del colirio.