Es el momento de emprender el ya tradicional reseteo corporal anual para detectar cualquier exceso que, en forma de volumen, grasa, flacidez o kilos de más que el invierno o el confinamiento) haya podido añadir a nuestra anatomía. Por suerte, hay un amplio arsenal de estrategias que permiten reparar y poner solución estos problemas en poco tiempo para así, una temporada más, acudir a la cita con el verano con los deberes bien hechos.

Dicen que no hay mal que por bien no venga, y esta máxima se puede aplicar perfectamente a las circunstancias a las que todos nos hemos tenido que adaptar en las últimas semanas. Este año, por ejemplo, no hemos tenido la oportunidad de preparar el estado de nuestra piel de cara al verano que siempre suponen las vacaciones de Semana Santa. Tampoco hemos podido sacar partido al sol y a esos días de ambiente casi estival que tan motivadores resultan para afrontar la puesta a punto enfocada a las vacaciones de verano. Sin embargo, el hecho de tener que pasar más tiempo en casa supone una oportunidad excelente para detectar, sin prisas y con mayor precisión, todos esos “extras” que tienden a depositarse en los muslos, en el abdomen, en los glúteos y hasta en los brazos (ojo: toca cambio de armario, así que los tirantes vuelven a ser protagonistas) y aplicar las técnicas, estrategias y productos que ayudar a solucionarlos o, al menos, minimizarlos.

Celulitis: de nuevo, el enemigo número uno

Se estima que nueve de cada 10 mujeres (el 90%) padecen celulitis en menor o mayor grado. Se trata de un problema difícil de erradicar, ya que en su aparición influyen muchos factores: aunque existe una predisposición personal a desarrollarla, ésta se ve acentuada por la acción de distintos elementos (dieta y otros hábitos de vida, fluctuaciones hormonales, etc.). El resultado es la inflamación del tejido graso subcutáneo y de la dermis profunda, lo que se traduce en un aumento localizado de las células grasas (adipocitos) y unos antiestéticos hoyuelos, perceptibles a simple vista y que son los responsables de esa “piel de naranja” característica de la celulitis.

Este problema no entiende de estaciones, sino que está presente durante todo el año, pero es ante la inminencia del verano cuando suelen centrar toda la atención y cuidados. La estrategia principal y mayoritaria es la aplicación de un producto anticelulítico, pero debido a las características de este problema cutáneo, esta opción tiene que ir acompañada de otros hábitos anti-adipocito, como explica la farmacéutica Inmaculada Canterla, directora de Cosmeceutical Center, de Sevilla: “con este tipo de productos se mejora mucho el aspecto de la celulitis, pero no se elimina. Hay que tener en cuenta que se trata de un problema multifactorial y crónico, por lo que la aplicación de una crema anticelulítica es solo una medida coadyuvante, pero no funcionará como tratamiento único y exclusivo, sino que hay que abordar también otros factores implicados, como los circulatorios o la retención de líquidos, por ejemplo; de ahí la importancia de abordar este problema al mismo tiempo desde distintos frentes y de forma continuada”.

En relación con esto, Ester Herranz, directora de Nuevo Concepto Estética, resume cuáles son los cuatro principios básicos para la prevención y control de la celulitis que deben acompañar a la aplicación de los productos específicos:

  1. Controlar el peso: “hay que evitar las fluctuaciones importantes, llevando una dieta saludable y ordenada, limitando el consumo de grasas saturadas y los alimentos de alto índice glucémico”.
  2. Evitar el “bloqueo” de determinadas áreas conflictivas, “utilizando para ello prendas de vestir que no impidan la correcta circulación sanguínea y que no compriman en exceso”.
  3. Estimular la circulación sanguínea con ejercicio aeróbico suave, drenajes linfáticos, tonificación con activos estimulantes circulatorios…
  4. Y muy importante, eliminar los tóxicos, “especialmente la cafeína y el tabaco”.

Reductor, adelgazante o anticelulítico: ¿qué producto elegir?

Una de las dudas que suelen surgir en este momento del año es qué producto corporal es el más adecuado para conseguir desprenderse de los excesos. Los expertos de Laboratorios + Farma Dorsch explican las diferencias entre los dos más “parecidos” entre sí: el reductor y el anticelulítico, y describen las características de ambos:

  • El anticelulítico elimina la piel de naranja, mejorando la textura de la piel y logrando una apariencia más lisa. Sus zonas de acción son los glúteos, las caderas, los muslos y las rodillas. Los ingredientes con los que están formulados se encargan de reducir los nódulos de grasa, rompiéndolos y descomponiéndolos. También mejoran el problema de la retención de líquidos y activan la microcirculación cutánea. Sus efectos son medibles a nivel de la textura y apariencia de la piel, aunque al eliminar los adipocitos se puede notar también un menor volumen.
  • Los productos reductores, como su nombre indica, reducen el volumen corporal en las zonas donde hay más acumulación de la grasa, actuando directamente sobre el tejido adiposo. Deben utilizarse en las zonas afectadas (brazos, vientre, muslos, glúteos). Contienen ingredientes lipolíticos, que aceleran la combustión de las grasas, y otros que bloquean la vía por la que el adipocito “engorda”, de forma que no le deja que fabrique más tejido adiposo. Los efectos son medibles en términos de reducción de centímetros, aunque no se aprecien en la báscula. Por su parte, y en lo que se refiere a las cremas reductoras, la doctora Elena Moreno Luna, experta en Medicina Estética y nutricionista de la Clínica FEMM, comenta que son un buen tratamiento coadyuvante a la dieta y el ejercicio físico. “Proporcionan diferentes efectos sobre el cuerpo, entre los que destacan la reafirmación cutánea, pues estimulan la síntesis de colágeno. También mejoran el aspecto de la celulitis, la metabolización de la grasa y la estimulación de la circulación sanguínea”. La doctora Moreno Luna destaca también que parte del éxito de estas cremas radica en el masaje que se aplica en la zona a tratar y que favorece la correcta penetración y, con ello, la eficacia de los principios activos que incorporan.

Haz tu propio test

Para “afinar” aún más en la elección de uno y otro producto, los expertos de Yves Rocher proponen el siguiente test y aportan los consejos a seguir en función de los resultados obtenidos:

Preguntas

1-¿Crees que te sobra algo de peso?

A-No. Creo que estoy en mi peso, aunque la calidad de la piel sería mejorable

B-Rotundamente sí. Llevo meses intentando quitarme unos kilos de más

C-No estoy segura; quizás es una cuestión de redistribución de volúmenes.

2-Si pinzas con los dedos sobre el muslo, un palmo por encima de la rodilla, notas…

A-La piel muy blanda y sin tono muscular

B-Si presiono, hay algunas zonas donde aparece piel de naranja

C-La piel se llena de hoyos en cuanto presiono un poco y hasta tengo sensación de dolor

3-La apariencia de la piel de los muslos es…

A-No está mal, pero en cuanto me muevo, se tambalea como un flan

B-A simple vista, la piel está lisa y el tono es bastante uniforme

C-No hace falta demasiada luz para apreciar la piel de naranja

4-Respecto al aspecto de brazos y abdomen …

A-Hace mucho que dejé de llevar tirantes y bikini

B-Estaría mucho mejor si perdiera algo de peso

C-Si pinzo con los dedos también se aprecia celulitis

Resultados por mayoría

-Mayoría de A: el problema: la flacidez. Aunque la vía más eficaz para combatirla es el ejercicio físico, se aconseja introducir en la rutina cosmética tratamientos reafirmantes que favorezcan la producción de fibras de colágeno y elastina.

-Mayoría de B: el problema: el exceso de grasa. Lo más normal es que, además, haya celulitis. Se debe cuidar la alimentación y también recurrir a la cosmética reductora para romper los acúmulos de grasa que engrosan la silueta

-Mayoría de C: el problema: la celulitis. La dieta y el ejercicio ayudan a reducirla, pero también es necesario seguir una rutina cosmética específica que alise el aspecto de la piel de naranja, mejorando el tono y la textura de la epidermis.

Exfoliación: hazte el favor

Asimismo, no hay que olvidar que uno de los gestos que funcionan mejor –y, también, que producen una sensación más gratificante, tanto corporal como anímicamente- es la exfoliación, paso previo para potenciar los efectos de los productos reductores/reafirmantes/anticelulíticos y, también, para “borrar” de la piel todas esas células cutáneas que han estado “confinadas” y que son en gran medida responsables de ese aspecto cetrino que lucen la mayoría de las epidermis. El momento idóneo para recurrir a un exfoliante corporal es la ducha, aplicando el producto en las zonas a tratar (piernas, glúteos, abdomen, brazos, escote…) mediante movimientos circulares y eliminándolo después con agua tibia. Luego, y con la piel seca, se aplica el producto específico, también mediante movimientos circulares. En caso de que no se vaya a utilizar alguno de estos productos, siempre hay que hidratar la piel después de una exfoliación.

La retaguardia, en el punto de mira

Si en cualquier circunstancia el sedentarismo es el enemigo número uno de los glúteos, tras unas semanas de confinamiento la situación de esta zona corporal puede requerir de atención inmediata, debido a la presencia o intensificación de los que son sus principales enemigos: exceso de volumen, flacidez cutánea y muscular y celulitis. Ester Herranz explica que el “secreto” de una estrategia eficaz para lograr unos glúteos en buen estado se encuentra en la aplicación de una terapia multidisciplinar que redefina esta zona y mejore el aspecto de estos problemas y en la que hay dos elementos que, junto a la aplicación de productos específicos, son clave en este abordaje:

-Dieta aliada: “en el caso de que sea necesario perder algunos kilos aconsejamos una dieta rica en proteínas. Se trata de reducir el consumo de grasas y azúcares, pero manteniendo la cantidad adecuada de proteínas. Esto permite perder peso de manera rápida y segura, fundamentalmente a costa de la grasa, pero sin alterar la masa muscular, minimizando así la flacidez”.

-Ejercicio. “Andar, correr, bailar, pasear, montar en bicicleta… Son algunas de las actividades que ponen a punto los glúteos. Lo ideal es hacer unos 45 minutos, tres veces por semana. En casa se pueden realizar, además, ejercicios más localizados de tonificación, como extensiones de piernas combinadas con patadas, sentadillas y también los splits: de pie, se da una zancada hacia delante con una pierna, flexionándola y, después, se lleva hacia atrás. Luego se hace lo mismo, alternando ambas piernas hasta hacer 15 repeticiones con cada una. De esta forma se trabajan abductores, glúteos, muslos y rodillas”.

Complementos que ayudan (y potencian los efectos)

Hay otras ayudas “extra” que pueden resultar muy efectivas en este momento: “Podemos encontrar en el mercado multitud de productos adelgazantes, pero éstos siempre deben combinarse con una dieta adecuada y ejercicio físico para que sean realmente efectivos”, explica la doctora Elena Moreno Luna, quien, entre todos estos productos, ideales como complemento del plan de puesta a punto, destaca dos: los tratamientos por vía oral (pastillas) y los parches.

  1. “Las pastillas con efecto saciante son uno de los tratamientos más utilizados por las personas que están en proceso de adelgazamiento. Se suele recomendar su ingesta por la mañana, acompañada de un gran vaso de agua para aumentar su efectividad. También existen remedios naturales, como el café verde, que puede ser útil para reducir la absorción de la ingesta de grasas y de hidratos de carbono”, explica la Dra. Moreno Luna.
  2. En cuanto a los parches adelgazantes, están diseñados para aplicarse en una zona determinada de la piel, ayudando a perder la grasa de forma localizada. “Además, pueden mejorar la celulitis y el aspecto de la piel. Las zonas del cuerpo en las que su aplicación es más frecuente son las caderas, el abdomen y los muslos”. Tal y como explica la experta, los parches adelgazantes suelen estar compuestos por una mezcla de sustancias naturales, como la cafeína. “Lo más novedoso en este sentido ha venido de la mano de un estudio reciente de la Universidad de Singapur, el cual recoge datos sobre un parche para adelgazar con una metodología completamente diferente a lo que conocemos hasta ahora. En concreto, se trata de un parche que lleva implantadas unas microagujas que liberan medicamentos a través de la piel, y estas sustancias ayudan a disminuir los niveles de grasa”.

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Redacción Consejos

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