Todo sobre el infarto de miocardio
Características, síntomas, causas y tratamiento de un infarto de miocardio. Descubre los 5 consejos básicos para prevenirlo.
La causa principal del infarto es una enfermedad arterial coronaria subyacente. Cuando se ocluye la arteria coronaria, el miocardio se ve privado de oxígeno. La privación prolongada del suministro de oxígeno al miocardio puede provocar la muerte y necrosis de las células del miocardio.
Algunas características y síntomas
- Puede ser “silencioso” y pasar desapercibido, o bien ser un evento catastrófico que conduzca a la muerte súbita.
- Los pacientes pueden presentar molestias en el pecho o presión que puede irradiarse al cuello, la mandíbula, el hombro o el brazo.
- Dolor en el pecho, dolor en las extremidades superiores, malestar mandibular o epigástrico que ocurre durante el esfuerzo o en reposo y generalmente no se ve afectado por cambios de posición o movimiento activo de la región.
- Ahogo o fatiga.
- También pueden presentarse síntomas adicionales, como sudoración, náuseas, dolor abdominal y falta de respiración.
- Sensaciones sutiles como palpitaciones cardíacas.
Los signos y síntomas también puede variar según el sexo.
- El síntoma más común que experimentan ambos sexos es el dolor o malestar en el pecho.
- Las mujeres suelen experimentar otros síntomas como náuseas y vómitos y dolor de cuello o mandíbula
Tres causas principales de un Infarto de miocardio
- Aterosclerosis: también conocida como enfermedad de las arterias coronarias, esta afección es la causa más común de ataques cardíacos y ocurre por la acumulación de grasa, colesterol y otras sustancias formando una placa en las paredes de las arterias coronarias. Si una de estas placas se rompe, se formará un coágulo de sangre en la parte superior de la placa rota como una costra. Un coágulo de sangre demasiado grande puede bloquear por completo el flujo de sangre en la arteria, provocando un ataque cardíaco.
- Espasmo de la arteria coronaria: aunque es una causa poco común de bloqueo, los espasmos de las arterias coronarias pueden hacer que se contraigan temporalmente lo que puede bloquear el flujo sanguíneo al corazón y provocar un ataque cardíaco si dura lo suficiente.
- Desgarro de la arteria coronaria: también conocido como disección espontánea de la arteria coronaria, puede evitar que la sangre llegue al corazón y provocar un ataque cardíaco.
Tratamiento
El tratamiento de los pacientes con infarto de miocardio se realiza mejor con un equipo interprofesional. En la mayoría de los hospitales, existen equipos de cardiología que se dedican al manejo de estos pacientes.
- Se debe realizar una consulta de cardiología de inmediato para garantizar que el paciente reciba tratamiento dentro del marco de tiempo recomendado.
- Dado que el infarto de miocardio puede asociarse con varias complicaciones graves, estos pacientes se tratan mejor en una UCI.
El tratamiento quirúrgico pueden complementarse con fármacos. El médico te indicará qué es mejor en tu caso.
Los más comunes son:
- Estatinas: reducen los niveles de colesterol en la sangre.
- Ácido acetilsalicílico: evita la acumulación de placas en las arterias.
- Betabloqueantes: reducen la presión arterial y mejoran la circulación de la sangre. El corazón necesita menos fuerza para latir con el uso de estos fármacos.
- Anticoagulantes: evitan la formación de coágulos de sangre o plaquetas.
- Vasodilatadores: relajan los vasos sanguíneos y aumentan el suministro de sangre y oxígeno al corazón, reduciendo a su vez la carga de trabajo.
- Diuréticos: permiten eliminar el exceso de líquidos y sodios del cuerpo. Ayudan a aliviar la carga de trabajo del corazón.
Cinco consejos básicos para prevenir un infarto
Existen unas pautas fundamentales que puede seguir para reducir el riesgo de sufrir un ataque cardíaco (o tener otro ataque cardíaco):
- Si eres fumador el mejor consejo es dejar de hacerlo.
- Bajar de peso si se padece obesidad o sobrepeso.
- Hacer ejercicio con regularidad: los adultos deben hacer al menos 150 minutos (2 horas y 30 minutos) de actividad aeróbica de intensidad moderada cada semana, a menos que su médico le indique lo contrario.
- Seguir una dieta baja en grasas y alta en fibra, que incluya cereales integrales y al menos 5 porciones de frutas y verduras al día.
- Moderar el consumo de alcohol.