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Más frecuente en niños que en adultos, el sonambulismo es un trastorno que implica realizar alguna actividad, como levantase y caminar, mientras se está dormido. A pesar de la fascinación que causa este comportamiento, no suele implicar ningún problema grave ni requerir tratamiento.
Mientras se duerme, las personas atraviesan por varios ciclos de sueño, desde leves a más profundos. El sonambulismo se produce durante el ‘sueño N3’, la fase más profunda, que tiene lugar en las primeras horas de la noche, entre una y dos horas después de quedarnos dormidos.
El sonambulismo es más frecuente en niños (a veces ligado a terrores nocturnos) y generalmente se supera antes de los diez años. En adultos tiene mayor probabilidad de coexistir con otros trastornos del sueño o estar causado por alguna enfermedad.
¿Cómo actúa un sonámbulo?
La mayoría de los episodios duran menos de 10 minutos y, si no se les perturba, los sonámbulos regresarán a su cama; aunque también pueden quedarse dormidos en un lugar diferente o incluso inusual. Cuando las personas sufren este trastorno, se pueden sentar en la cama y abrir los ojos y parecer que estuvieran despiertas; pueden levantarse y caminar; o realizar actividades complejas como mover muebles, ir al baño, vestirse o desvestirse. Incluso se han descrito casos de personas que conducen un vehículo mientras sufren un episodio. Lo usual es que no respondan si se les habla, ni se comuniquen, ni recuerden el episodio al día siguiente.
Complicaciones del sonambulismo
Los sonámbulos pueden sufrir algún daño, especialmente si caminan cerca de muebles o escaleras, al aire libre o comen algo inapropiado y, en raras ocasiones, lastimar a alguien que se encuentre cerca. Los episodios pueden provocar somnolencia diurna excesiva, problemas escolares o de conducta.
Cuándo acudir al médico
Aunque debe comentarse con el médico, el sonambulismo no suele ser causa de preocupación y, generalmente, se resuelve solo. Sin embargo, es de obligada consulta, cuando los episodios:
⊕ Continúan cuando el niño entra en la adolescencia o comienzan en la edad adulta.
⊕ Se producen a menudo, más de una o dos veces por semana o varias veces en una noche.
⊕ Provocan comportamientos peligrosos o lesiones en la persona que los padece o en otros.
⊕ Alteran de forma significativa el sueño del que lo sufre y provocan síntomas diurnos como somnolencia excesiva o problemas para cumplir con las tareas.