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Se sabe que hay pacientes especialmente sensibles al coronavirus por el hecho de tener alguna inmunodeficiencia primaria o una cardiopatía. Para todos ellos van estas recomendaciones especiales de la Asociación Española de Déficits Inmunitarios Primarios (AEDIP), de la Sociedad Española de Cardiología (SEC) y de la Fundación Española de Cardiología (FEC).
Las inmunodeficiencias primarias (IDP) son enfermedades genéticas que impiden al sistema inmunitario defender al organismo frente a las infecciones. Estas enfermedades producen anormalidades en el desarrollo, maduración o función de las células del sistema inmunitario, por lo que estos individuos tienen mayor riesgo de tener patologías alérgicas, infecciones, enfermedades autoinmunitarias y neoplasias, además de ser mucho más vulnerables a una infección como el coronavirus que el resto de la población, por lo que tienen que estar especialmente vigilantes y permanecer aislados de cualquier foco.
Enfermos de corazón, con especial cuidado
Igualmente, “si un paciente presenta una enfermedad previa como, por ejemplo, insuficiencia cardiaca, el corazón empeorará su funcionamiento en presencia de COVID-19”, explica el doctor Juan Cosín, presidente de la Asociación de Cardiología Clínica de la SEC. Esto puede producir una congestión o acúmulo de líquido en los pulmones, “lo que complicará la respiración y probablemente el curso de la infección respiratoria, aumentando las probabilidades de complicaciones”.
Además, la infección por COVID-19 puede producir un daño directo infeccioso e inflamatorio sobre el músculo cardiaco. “Es lo que conocemos como miocarditis, que dependiendo de la afectación puede empeorar la función de la bomba del corazón y empeorar el pronóstico del paciente”, detalla el doctor Cosín.
Además, los pacientes de edad avanzada son especialmente vulnerables al COVID-19. “Están inmunodeprimidos debido a su edad lo que, junto a la existencia de una enfermedad crónica cardiaca, hace que tengan más riesgo de desarrollar complicaciones a nivel pulmonar como neumonía simple o neumonía bilateral y, por tanto, más riesgo de morir de distrés respiratorio”, asegura el doctor Carlos Macaya, presidente de la FEC. En este contexto, el presidente de la FEC remarca que los pacientes con enfermedad cardiovascular “tienen que extremar la adherencia al tratamiento médico y evitar la ingesta excesiva de líquidos para que no los retengan y no se desestabilicen”.
Con sentido común
Tanto la Sociedad Española de Cardiología (SEC) y la Fundación Española del Corazón (FEC) instan a los pacientes con enfermedad cardiovascular a extremar la adherencia al tratamiento y seguir las recomendaciones del Ministerio de Sanidad.
- Lavarse las manos con frecuencia y evitar tocarse los ojos, la nariz y la boca.
- Al toser o estornudar, cubrirse la boca y la nariz con el codo flexionado o con un pañuelo desechable.
- Evitar las salidas del domicilio y limitar la actividad social.
- Evitar acudir a consultas o pruebas médicas en centros hospitalarios.
- Ante cualquier síntoma (fiebre, tos y dificultad para respirar), quedarse en casa y contactar telefónicamente con los servicios de salud.
- Asimismo, desmienten las especulaciones que sugieren que algunos fármacos antihipertensivos (IECA y ARA) puedan ser perjudiciales en personas infectadas por el COVID-19. No existe evidencia científica ni clínica para suspender estos tratamientos
Igualmente, la Asociación Española de Déficits Inmunitarios Primarios (AEDIP), dada la situación de especial vulnerabilidad de los pacientes con alguna inmunodeficiencia primaria, desde la Asociación Española de Déficits Inmunitarios Primarios (AEDIP) han elaborado un comunicado con recomendaciones para tranquilizar a este colectivo especialmente vulnerable:
- Evitar el contacto cercano con personas que padecen infecciones respiratorias agudas.
- Evitar el contacto cercano con cualquier persona que tenga fiebre y tos.
- Las personas con síntomas de infección respiratoria aguda deben practicar este ritual: mantener distancia de un metro mínimo, cubrir la boca al toser o estornudar con pañuelos desechables y, acto seguido, lavarse las manos; o cubrirla con la ropa. Idealmente hágalo en el brazo; usar una mascarilla respiratoria para evitar la trasmisión.
- Lavar frecuentemente las manos usando un desinfectante para manos a base de alcohol (durante 10 segundos) o agua y jabón (20 segundos), especialmente después de contacto con personas enfermas.
- Evitar viajar a zonas donde haya una alta incidencia de la enfermedad: norte de Italia, Corea del Sur, ciertas zonas de China, etcétera). Actuar con cautela y seguir la evolución del virus en la región más cercana.
- Tratar de reducir la propagación de la infección evitando tocar y ser tocado en boca, ojos y nariz al saludar. No besar ni darse la mano.
- Consultar con el médico de referencia si se tienen mocos y tos productiva. Lo más probable es que no sea un coronavirus sino uno más habitual de esta época del año.
- Los pacientes que reciben terapia de reemplazo de inmunoglobulina deben conocer que protege contra una gran variedad de infecciones, pero no garantiza la inmunidad contra el coronavirus.
- Contactar con el médico de referencia para aclarar las dudas. En caso de tener que acudir al Servicio de Urgencias o a algún Centro Sanitario se recomienda el uso de mascarilla protectora (FFP2 o en su defecto quirúrgicas) ya que en estos momentos se estima que es uno de los sitios en los que puede haber mayor concentración de personas infectadas.
- Se recomienda no acudir a sitios con mucha afluencia de personas ni en horas punta y a los trabajadores con inmunodeficiencia que desempeñan su labor en lugares concurridos, (colegios, universidades, hospitales, taxistas, etcétera) se les recomiendan extremar las precauciones.