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Por Manuel Vázquez, farmacéutico titular de Farmacia Veterinaria
Una vacuna es un compuesto formado por microorganismos vivos o atenuados (bacterias, virus etc.), así como fracciones de éste, que se introduce en el organismo para estimular la formación de anticuerpos y así conseguir una inmunización frente a las enfermedades.
La vacuna no tiene capacidad de producir la enfermedad, aunque si puede ocasionar alguna reacción, tal como fiebre, hinchazón en el lugar del pinchazo y poco más. Sin duda alguna es necesario que a nuestro perro le administremos determinadas vacunas para protegerlo frente a numerosas enfermedades que pueden comprometer su vida.
La rabia, erradicada
Son muchas las enfermedades que se han erradicado gracias a las vacunas y otras apenas existen como es el caso de la conocida RABIA.
La rabia es una enfermedad que un perro puede transmitir a las personas (zoonosis), es una enfermedad grave que puede ocasionar la muerte. Esta enfermedad está producida por un virus que se encuentra en la saliva y se transmite de un perro a otro por un mordisco o por contacto entre mucosas.
El virus tiene la capacidad de alojarse en el cerebro del perro produciendo una encefalitis, dando lugar a comportamientos inadecuados en el animal, como es aumento de la agresividad, mirada perdida, espasmos en la musculatura de la cara y labios.
Desde que es obligatoria la vacunación de la rabia, esta enfermedad se ha erradicado en España y no ha habido casos desde 1978, a excepción de un caso de un perro que provenía de Marruecos en 2013. Esta vacuna se debe de administrar alrededor de los 3 meses de edad de nuestro perro y revacunar todos los años, aunque la normativa puede variar de una comunidad autónoma a otra.
Vacunas obligatorias contra…
- Parvovirosis: es una enfermedad producida por un virus (parvovirus canino), altamente contagiosa y que afecta el funcionamiento normal del intestino del perro. Los cachorros y perros jóvenes son más propensos a contagiarse. Los síntomas son vómitos continuos, diarrea sanguinolenta, pérdida de apetito, fiebre y sobre todo deshidratación severa que puede conducir al fallecimiento del animal.
- Moquillo: es otra enfermedad vírica, que al igual que la parvovirosis, afecta más a perros jóvenes, por lo que su vacunación temprana es muy importante para prevenirla. Es altamente contagiosa y afecta tanto al aparato respiratorio como al digestivo y el sistema nervioso. Los síntomas que aparecen son fiebre, convulsiones, diarrea, tos y neumonía.
- Hepatitis canina: esta enfermedad está producida por un adenovirus que se suele transmitir a través de agua contaminada y por contacto con orina de otro animal infectado. Produce fiebre e inflamación del hígado, así como del riñón, aparecen vómitos y diarreas y un estado de debilitamiento general.
- Leptospirosis: el virus denominado Leptospira es el causante de esta enfermedad y se transmite a través de aguas contaminadas por orina de animales infectados, que si entran en contacto con mucosas del perro se infecta fácilmente. También la orina de las ratas puede transmitir el virus. Los síntomas también son fiebre, vómitos, diarrea, ictericia (coloración amarillenta), orina de color oscuro, debilidad y letargo.
- Otras vacunas también muy útiles y que, dependiendo de la zona puede resultar adecuado administrar, son las vacunas frente a la Leishmania, frente a la Tos de la Perreras, Babesiosis y Enfermedad de Lyme (siendo estas dos últimas transmitidas por picaduras de garrapatas).
Dos puntos a tener en cuenta
- El diagnóstico de todas estas enfermedades se realiza por medio de test serológicos rápidos.
- Es importante que nuestro veterinario examine a nuestro perro y establezca la pauta de vacunas más apropiada para él.