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El mercado de los complementos alimenticios es uno de los más golosos. Tradicionalmente comercializados de forma específica y por separado, hoy en día; muchos de ellos ya están empezando a incluirse en algunas bebidas y alimentos, formando parte de los conocidos como alimentos funcionales y alimentos adaptógenos.
Veamos cómo ha crecido el consumo de muchos de ellos durante la pandemia y por qué deben ir siempre acompañados del consejo médico o farmacéutico.
¿Qué son los complementos alimenticios?
Los suplementos alimenticios o dietéticos son productos creados para complementar la alimentación o la dieta; y están formados a base de fuentes concentradas de nutrientes o de otras sustancias con efecto nutricional o fisiológico (en forma simple o combinada). Entre sus ingredientes figuran minerales, vitaminas, enzimas, ácidos grasos y aminoácidos. Su objetivo es aportar nutrientes que en momentos puntuales o por circunstancias especiales, no se estén consumiendo en cantidades suficientes.
Todos los expertos coinciden en afirmar que no son un sustitutivo de una alimentación saludable; en ningún momento deben sustituir una dieta equilibrada y completa; pero en algunos momentos de nuestra vida, como el embarazo o la tercera edad, pueden ser necesarios.
También pueden servir para prevenir deficiencias nutricionales provocadas por alguna enfermedad o circunstancias puntuales y abrir las puertas a esos hábitos que requieren más esfuerzos; como el deporte de élite.
Comercializados en forma dosificada; es decir, en cápsulas, pastillas, tabletas, píldoras u otras formas similares, o en bolsitas de polvos, ampollas de líquido, botellas con cuentagotas. Y otras formas similares de líquidos y polvos, deben tomarse en pequeñas cantidades unitarias.
¿Son seguros, los complementos alimenticios?
Por sus presentaciones, los complementos alimenticios se asemejan físicamente a los medicamentos. Sin embargo, su regulación es muy diferente, tanto en lo que se refiere a su fabricación y puesta en mercado, como a la promoción entre los potenciales consumidores.
Los suplementos y complementos alimenticios son evaluados por diferentes agencias de seguridad alimentaria. En España, es la Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición (AECOSAN) la dedicada a tal fin.
La AECOSAN ha elaborado un pequeño decálogo sobre cómo deben consumirse correctamente los complementos alimenticios y recuerda que siempre deben seguirse las instrucciones proporcionadas por el envase; prestando atención a los ingredientes del producto en cuestión para evitar intolerancias o alergias, y sin sobrepasar jamás las dosis recomendadas.
1.“Los complementos alimenticios no deben utilizarse como sustituto de una dieta equilibrada”. Una dieta variada y equilibrada proporciona todos los nutrientes necesarios para el normal desarrollo y mantenimiento de un organismo sano.
2. Hay que seguir siempre las instrucciones de uso proporcionadas en el envase.
3. Se debe prestar atención a los ingredientes que contiene por si existiera alergia o intolerancia a alguno de ellos.
4. No se debe consumir un complemento alimenticio en dosis superiores a las que se indican en la etiqueta. Ya que un consumo a dosis más altas de las recomendadas puede tener efectos perjudiciales para la salud, sobre todo si se prolonga en el tiempo.
5. Un producto natural no es sinónimo de un producto seguro.
6. Se debe informar siempre al médico de los complementos alimenticios que se esté consumiendo, en particular, si se padece alguna enfermedad subyacente. Esto ayudará al médico a considerar los efectos combinados entre la medicación y el complemento alimenticio. Se debe informar igualmente si hay prevista una intervención quirúrgica, en caso de embarazo o lactancia, si se va a administrar a un niño, y en el caso de algún efecto perjudicial o reacción adversa que se observe.
7. Hay que desconfiar de los complementos que se anuncian con propiedades y efectos increíbles o como soluciones “milagro”.
8. Siempre hay que comprar los complementos alimenticios en canales de distribución de alimentos autorizados o en la farmacia. Comprar en Internet o correo ordinario puede suponer un riesgo.
9. Tener siempre en cuenta que para reducir el sobrepeso y el exceso de grasa se recomienda reducir la ingesta de calorías con una dieta de alimentos adecuada y, al mismo tiempo, aumentar el gasto de energía mediante un adecuado nivel de actividad física. El consumo de cualquier complemento alimenticio sólo debe ser complementario o adicional. Además, para mantener el resultado alcanzado es necesario adoptar de forma permanente hábitos alimenticios saludables y seguir un estilo de vida activo.
10. En general, incluso si se hace deporte, con una dieta variada y equilibrada que incluya una adecuada hidratación, se pueden cubrir las necesidades nutricionales.
Calcio, omega 3, magnesio-potasio y vitamina D, en el podio
El confinamiento durante la primera ola de la pandemia y luego en otoño durante la segunda ola ha hecho crecer la demanda de suplementos vitamínicos; especialmente de vitamina D y C por una mayor preocupación por el autocuidado relacionado con la falta de sol.
En España, según una encuesta realizada por la OCU a más de 1.200 personas de entre 18 y 74 años; ponen en relieve que el calcio es el suplemento más consumido por los españoles (9%). Le siguen los ácidos grasos omega 3, los minerales magnesio-potasio, la vitamina D, y los complejos multivitamínicos, todos en un porcentaje similar (8%).
Cápsulas, perlas, líquidos, polvos, píldoras o tabletas son las formas en que se comercializan los suplementos en farmacia; que siempre deben ir acompañados del consejo profesional del médico o farmacéutico.
Usos frecuentes
- En la mujer. Durante la adolescencia se incrementan especialmente las necesidades de hierro, calcio y vitamina D, por lo que puede ser necesario un aporte extra. También durante la edad fértil, es muy importante una ingesta adecuada de vitaminas D y K, cuyo papel es fundamental en el mantenimiento del hueso y en la prevención de la osteoporosis. En general la ingesta de estas vitaminas, sobre todo de la vitamina D, es inferior a la recomendada.
En cuanto a antioxidantes, los más indicados para la mujer son oligoelementos como el manganeso, cobre, zinc y selenio; vitaminas E y C; y otras sustancias, como el betacaroteno, los bioflavonoides, las antocianinas, el ácido alfa lipoico, la coenzima Q10 y el resveratrol. También, frente a la anemia por deficiencia de hierro debida a la menstruación se pueden administrar diariamente; si el médico así lo indica, suplementos de hierro para disminuir la anemia y aumentar la hemoglobina.
- En el embarazo: el déficit de ácido fólico (vitamina B9) durante el embarazo está relacionado con problemas de desarrollo en el feto y mayor riesgo de defectos en el tubo neural, por eso se recomienda aumentar la ingesta de algunos alimentos ricos en ácido fólico y administrarlo en forma de suplementos (0,4 mg/día), antes y después del embarazo. La ingesta de ácido fólico también disminuye la tasa de labio leporino y las cardiopatías congénitas.
Igualmente es necesario un aporte extra con suplementos de hierro (la OMS recomienda la suplementación durante todo el embarazo de 30-60 mg/día) para prevenir la anemia ferropénica, y de yodo para un correcto desarrollo cerebral del bebé.
Según la OMS, el déficit de yodo es la primera causa, después de la inanición extrema, de retraso mental y parálisis cerebral evitable en el mundo. Y por último el calcio (1.000 mg/día) es fundamental para evitar la disminución de los depósitos de calcio de la madre y los problemas de osteoporosis tras la menopausia.
- En la tercera edad: son comunes a esta etapa la pérdida del apetito y la malabsorción de vitaminas y nutrientes, debido a que las enzimas digestivas van perdiendo funcionalidad con el paso del tiempo. Esto ocurre, por ejemplo, con la vitamina B12, relacionada con la protección del cerebro y con una reducción del riesgo de padecer depresiones o demencia. Además, durante la menopausia los aportes extra de calcio son necesarios para prevenir la osteoporosis y las fracturas.
- Para prevenir enfermedades: la ingesta adecuada de vitaminas D y K produce otros beneficios en la salud, como prevención de enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo 2, obesidad y cáncer. También es importante en prevención un adecuado aporte de antioxidantes, ya que el estrés oxidativo y la formación de radicales libres, además de estar ligados al envejecimiento, se asocian a numerosas patologías (cuadros inflamatorios crónicos, obesidad, patologías infecciosas, diabetes y enfermedades cardiovasculares) y a problemas de fertilidad.
- Para reforzar el sistema inmunE
- Para mejorar el rendimiento deportivo: cuando se practican deportes de alto rendimiento o cuando se sufre algún trastorno del estómago o el intestino que impide la correcta absorción de nutrientes. Doctora Susana benito, Escuela integrativa.
- Para el control de peso: existen suplementos que pueden ayudar a bajar de peso debido a que bloquean la absorción de grasas o carbohidratos, otros reducen el apetito o productos que aceleran el metabolismo.
–Cafeína es un estimulante del sistema nervioso central, por lo que aumenta el estado de vigilia, es decir, puede hacer que estés más alerta. Incrementa el nivel de energía, ayuda a quemar calorías y a acelerar el metabolismo de las grasas. La cafeína en adultos es segura en dosis de hasta 400-500 miligramos por día. Pero el exceso puede llevar a hacerte sentir nervioso, agitado e incluso tembloroso.
– glucomanano de konjac es una fibra dietética soluble que debido a su gran capacidad de absorción de agua forma un gel muy espeso que produce una sensación de saciedad y disminución del apetito. efecto secundario de este suplemento es la producción de flatulencias y dolor abdominal.
- –El té verde se cree que ayuda a controlar y reducir el peso debido a que posee propiedades estimulantes, diuréticas y lipolíticas. Por otra parte, se considera que estimula la actividad termogénica, es decir, ayuda a que aumente la cantidad de calorías que quema el organismo. el té tiene capacidad antioxidante y captadora de radicales libres.
- La Garcinia cambogia, también conocida como tamarindo malabar, es una especie abundante en los bosques del sur de la India. La fruta contiene ácido hidroxicítrico (AHC) que tiene efectos sobre la regulación en la síntesis de ácidos grasos, lipogénesis, apetito y pérdida de peso. el citrus aurantium tiene una importante acción activadora del metabolismo y también quema grasa.
- –El ácido linoléico conjugado (CLA) es un ácido graso esencial que está presente en pequeñas cantidades en lácteos y carne, sobre todo de animales alimentados con pasto.
- –El CLA reduce el tejido adiposo, o lo que es lo mismo, la grasa corporal, aumenta la masa muscular, regula los niveles de glucosa en sangre. Tiene la misión de enviar ácidos grasos a las mitocondria para evitar que se almacene demasiada grasa. La falta de producción (o ingesta) de L Carnitina favorecería entonces que el cúmulo de grasa sea mayor y por estos suplementos son tan famosos entre los deportistas.
- Para vegetarianos: la vitamina B12 se encuentra únicamente en los alimentos de origen animal, por lo que también está recomendada para las personas que siguen una alimentación vegetariana o vegana. Si tampoco se consume leche ni huevos hay que valorar si es necesario un aporte extra de hierro o de calcio, aunque por lo general se puede conseguir cubrir las cuotas óptimas a través de alimentos como las legumbres, los frutos secos, las semillas, las verduras de hoja verde o el brócoli.
Fundamental, el consejo farmacéutico
Como ya se ha comentado, no existe un requisito de autorización previa, de manera que para comercializar un complemento alimenticio. la empresa responsable únicamente está obligada a notificar su puesta en el mercado nacional a las autoridades competentes (las comunidades autónomas o, en el caso de empresas no radicadas en España, la Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición (AECOSAN), enviando un ejemplar de la etiqueta del producto.
El farmacéutico, basándose en criterios profesionales, selecciona cuidadosamente los productos que cumplen la normativa vigente y aportan la calidad suficiente; descartando aquellos con propiedades basadas en afirmaciones carentes de rigor científico. De ahí la garantía de adquirir estos productos en la farmacia. Esta selección se hace conforme a la normativa aplicable.