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Cortar mal las uñas de los pies puede terminar chafándote el día y provocarte un “uñero” o “uña incarnada”. Según los podólogos, las uñas hay que cortarlas siempre rectas, dejando las esquinas fuera de la piel para evitar que penetren en la carne y terminen infectándose.
Un calzado mal ajustado, demasiado pequeño o con puntas muy estrechas, un traumatismo o unas uñas mal cortadas en curva pueden provocar lo que se conoce técnicamente como onicocriptosis, y más coloquialmente como uñero o uña incarnada, que afecta fundamentalmente al dedo gordo del pie. Esta lesión suele producirse cuando un borde de la uña se clava bajo la piel del dedo, produciéndose un crecimiento comprometido en la zona del rodete ungueal o borde de la uña, que a menudo provoca dolor, hinchazón y enrojecimiento. Otras causas que pueden producir una uña incarnada son las propias malformaciones en las uñas, ya que hay personas con tendencia a tener uñas incarnadas o con deformidades de los pies o de los dedos que la provocan.
Ojo con las bacterias
Si la uña encarnada llega a causar una herida, resulta fácil que se produzca una infección provocando un absceso (inflamación de los tejidos con acumulación de pus). Si la uña se deja sin tratamiento, el proceso infeccioso acabará causando un granuloma, que es un tipo especial de inflamación que se encuentra muy vascularizada, y que es exudativa y extremadamente dolorosa.
¡Cuídalas!
Para conseguir la curación se debe conseguir que la uña crezca y el canto salga fuera de la piel que rodea la uña. Por ello durante el tiempo que ésta crezca, lo cual puede tardar semanas, se deben evitar ejercicios como carreras, fútbol… y prevenir la reaparición de la lesión cortando las uñas “en recto”, preferiblemente en el podólogo, dejando así las esquinas fuera de la piel. También es muy importante limpiar muy bien las uñas y comprar un buen zapato. En los casos más leves es muy bueno meter el dedo en agua tibia con sal durante 10-20 minutos, 2-3 veces al día, durante 1-2 semanas, daño un masaje suave hacia fuera en la piel inflamada. Cuando hay infección se pone un antibiótico en pomada. Si es más grave se tomará un antibiótico oral.
Uña incarnada: tratamiento quirúrgico
El tratamiento quirúrgico consistirá en realizar una pequeña cirugía de carácter ambulatorio. Este tratamiento se utiliza cuando hay presencia de granuloma o cuando las técnicas conservadoras resultan poco efectivas. Consiste en extirpar mediante unos alicates o un bisturí parte del borde lateral de la uña. En caso de haber recaídas frecuentes podría ser necesario quitar la uña de raíz. Una operación muy frecuente es la matricectomia química, tras la cual el borde operado ya no crece, manteniendo un buen aspecto estético.