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Piel morena y fotoprotegida, ¡es posible!
Como todos los años por esta época, el bombardeo de mensajes sobre la necesidad de protegernos adecuadamente frente al sol puede sonar casi como una versión cansina de la canción del verano. Y, sin embargo, aún tenemos muchas asignaturas pendientes en nuestra relación con el astro rey. ¿La solución? Tomarse en serio las recomendaciones de fotoprotección y recurrir a los productos solares, cada vez más específicos y con fórmulas más personalizadas, que puedes encontrar en tu farmacia.
Sí, es cierto, la mayoría de la población está concienciada sobre los peligros de exponerse al sol sin la debida protección; también es verdad que ahora nos cuidamos más en ese sentido respecto a hace unos años, pero… el 66% sigue viendo el bronceado como algo bello y saludable, tal y como se desprende de los datos arrojados por el informe Buenos hábitos al sol de Heliocare, elaborado por Cantabria Labs a través de una encuesta realizada a un total de 3.700 personas. Pero además de este “amor al bronce cutáneo”, los resultados del estudio ponen en evidencia una realidad muy preocupante para los expertos: los jóvenes no cumplen con los hábitos mínimos para protegerse bien del sol: el 94% solo usa fotoprotección en vacaciones, más del 40% no se reaplica el producto, y más de la mitad de los que utilizan un SPF menor de 30 son menores de 18 años. Sin embargo, y en opinión de la doctora María Vitale, directora médica de Cantabria Labs, en el caso de los jóvenes, hay motivos para el optimismo si se comparan estos resultados con los de la encuesta del año anterior: “Aumenta el porcentaje de los que utilizan SPF 50 o superior y un 52% comienza a tener el hábito de aplicarse el producto antes de salir de casa. Pero siguen siendo las mujeres las que, con mucha diferencia, están más concienciadas sobre la necesidad de usar fotoprotección”.
A esos cambios o mejoras que deberíamos introducir en nuestros hábitos bajo el sol hay que unir nuevas circunstancias que hacen aún más urgente adoptar medidas en este sentido: “Aunque la radiación UVA es la que más nos llega, no es la más dañina. Actualmente hay que enfrentarse a dos nuevos protagonistas en la radiación solar: la luz invisible y el infrarrojo, y los nuevos productos solares deben cubrir todo el espectro. Sólo así, y con una aplicación adecuada, nos podemos proteger de los efectos negativos del sol y minimizar los daños”, explica Vitale.
El reto de usar (bien) la fotoprotección
De la misma opinión es el doctor Josep González Castro, jefe de Servicio del Instituto de Dermatología Avanzada (IDERMA), de Barcelona, para quien “la forma más importante de prevenir y reducir el riesgo de padecer un cáncer de piel es protegerse de la exposición a los rayos UV, llevando a cabo una serie de medidas”:
–No permanecer al sol mucho rato y tener más cuidado cerca del agua y la arena: estas superficies reflejan e intensifican los rayos dañinos del sol, aumentando las probabilidades de producir quemaduras.
-Buscar la sombra cuando los rayos del sol son más fuertes: entre las 12.00 y las 16.00 horas, que es el momento en el que la radiación solar llega de forma más directa. Y cuidado con los días nublados: aunque no lo parezca, el sol también es peligroso.
–Evitar las cabinas de rayos UVA. La luz ultravioleta artificial para broncearse puede causar cáncer de piel y arrugas.
–Usar siempre un producto solar y recordar que, para que haga efecto, es crucial una correcta aplicación: no olvidarse de ninguna zona y aplicar una cantidad generosa de producto que cubra toda la piel siempre 30 minutos antes de la exposición solar. Una aplicación insuficiente de fotoprotección conduce a una reducción significativa del efecto.
–El protector solar debe ser resistente al agua y de amplio espectro (protección UVA y UVB) y con un SPF de 50 o más en toda la piel expuesta. Y siempre elegir un producto adecuado al tipo de piel o a la patología que ésta presente: manchas, fotosensibilidad, alergias, acné…
-Reaplicar aproximadamente cada dos horas, incluso en días nublados, y después de nadar o sudar.
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