Los confinamientos domiciliarios, el aumento del teletrabajo y las restricciones de la movilidad como consecuencia de la COVID-19 son aspectos que han contribuido de forma importante al alza de problemas de salud articular, especialmente en personas mayores que han visto aumentado su sedentarismo.

Entre los factores que pueden influir en una mala salud articular y el deterioro de las articulaciones se encuentran, además del envejecimiento, un estilo de vida poco saludable con una mala alimentación, el aumento de peso, el ejercicio inadecuado o la falta de actividad física y la existencia de patologías asociadas como la hipertensión, la diabetes y la hipercolesterolemia, que pueden generar complicaciones y condicionar los tratamientos. Pero, además, en este año y medio de pandemia por la COVID-19, los confinamientos domiciliarios, el teletrabajo y las restricciones a la movilidad también han contribuido a acrecentar este problema que, según los expertos, empieza a ser preocupante.

Las personas con obesidad tienen casi siete veces más posibilidades de sufrir artrosis que las personas con normopeso.

Enfermedades reumáticas

En España se estima que cerca de once millones de personas sufren una enfermedad reumática, según los datos del Estudio EPISER 2016, llevado a cabo por la Sociedad Española de Reumatología (SER). La detección precoz de estas patologías resulta fundamental, puesto que, gracias a los tratamientos que existen en la actualidad, un diagnóstico y un tratamiento temprano pueden evitar que se produzcan daños graves irreversibles y discapacidad, mejorando al mismo tiempo la calidad de vida de estos pacientes.

Artrosis vs artritis

La artrosis es la enfermedad articular más frecuente en nuestro país, afectando a cerca de siete millones de españoles y consiste en un “desgaste” del cartílago articular que puede ser progresivo. Cuando este cartílago articular se lesiona, se produce dolor, rigidez e incapacidad funcional. Normalmente la artrosis se localiza en la columna cervical y lumbar, algunas articulaciones del hombro y de los dedos de las manos, la cadera, la rodilla y la articulación del comienzo del dedo gordo del pie. Aunque no es una enfermedad hereditaria, sí tiene un componente de riesgo genético. La obesidad, la falta de ejercicio físico o las alteraciones en la postura son factores de riesgo que influyen en el desarrollo de la enfermedad y modificarlos puede prevenir o retrasar los síntomas.

Es importante diferenciarla de la artritis, ya que en ésta es la inflamación la causante de la enfermedad y en la artrosis es el “desgaste”. Son dos enfermedades que cursan con dolor, en ocasiones hinchazón y rigidez, pero en la artrosis el dolor es de tipo mecánico (es decir, se desencadena con los movimientos y mejora con el reposo).

Objetivo: retrasar el deterioro

Con el objetivo de mejorar la salud articular de la población, la Fundación de la Sociedad Española de Farmacia Clínica, Familiar y Comunitaria (Fundación SEFAC) y OAFI (Fundación Internacional de Artrosis) iniciaron el pasado mes de junio una campaña informativa y divulgativa en farmacias de toda España. Esta campaña pretende dar respuesta a cuestiones como si es posible retrasar el deterioro del tejido articular, cómo diferenciar el dolor por artrosis del de la afectación en el tendón o cómo diferenciar una contractura de una rotura muscular, entre otras.

Igualmente, la Sociedad Española de Reumatología y el Consejo General de Colegios Farmacéuticos, han puesto en marcha otra campaña bajo el lema Escucha a tu cuerpo con el objetivo de facilitar la detección precoz desde el ámbito de la farmacia, reducir el daño y discapacidad que pueden provocar estas patologías y visibilizar la importancia de acudir al reumatólogo ante síntomas como: dolor articular persistente, rigidez matutina, y/o fatiga persistente.

10 hábitos que mejoran la artrosis

*Por la Sociedad Española de Reumatología (SER)

  1. Mantén un peso corporal correcto. La obesidad es una de las causas de la enfermedad, y además hace que esta progrese más rápidamente. Una dieta baja en calorías es suficiente para prevenirla.
  2. Mejor calor que frío. Se puede aplicar de forma casera, con la esterilla eléctrica o la bolsa de agua caliente colocadas sobre la articulación dolorosa. Alivian el dolor y relajan la musculatura. En ocasiones, la articulación artrósica puede tener un intenso brote inflamatorio y, en esas ocasiones, es útil aplicar frío local mediante bolsas de hielo o baños fríos.
  3. No te automediques. Para evitar la progresión de la artrosis existen medicamentos analgésicos, antinflamatorios, geles y cremas, infiltraciones locales. Deben ser siempre prescritos por el médico o reumatólogo. Las terapias llamadas alternativas, como la acupuntura, osteopatía, hierbas, no han demostrado su eficacia científicamente.
  4. Adopta hábitos posturales correctos. Duerme en una cama plana y evita sentarte en sillones o sofás hundidos. Las sillas deben tener un respaldo recto, donde caderas y rodillas se mantengan en una posición natural y los pies permanezcan apoyados en el suelo.
  5. Haz ejercicio. El ejercicio protege la articulación y aumenta la fuerza de nuestros músculos. Caminar, ir en bicicleta y practicar la natación son muy recomendables.
  6. Alterna períodos de reposo. La artrosis es una enfermedad que cursa con periodos intermitentes de dolor, y durante las fases con mayor dolor el reposo relativo es beneficioso.
  7. No sobrecargues las articulaciones ni cojas peso en exceso. Procura no caminar por terrenos irregulares y no estés de pie durante mucho tiempo. En caso de tener artrosis de rodilla o cadera, es bueno utilizar un bastón para caminar, ya que disminuye la sobrecarga de esas articulaciones.
  8. Utiliza un calzado adecuado. En caso de artrosis lumbar, de caderas o de rodillas, debes emplear un calzado de suela gruesa que absorba la fuerza del impacto del pie contra el suelo al caminar. Esto también puede conseguirse con plantillas o taloneras de silicona que se colocan en el zapato. No usse zapatos con tacón excesivo.
  9. Un balneario siempre sienta bien: los balnearios aplican aguas mineromedicinales, generalmente termales, para el tratamiento de la artrosis. Con ello consiguen mejorar el dolor y relajar la musculatura contracturada. Los llamados centros SPA (salud por el agua) realizan tratamientos estéticos y de relax mediante el uso de agua que, sin embargo, no tiene características mineromedicinales como la de los balnearios. Ambas formas pueden ser útiles en la artrosis.
  10. Mantén una actitud positiva. La artrosis permite mantener una vida personal y familiar completa, con muy escasas limitaciones.

En vacaciones…

  • Lleva siempre un informe actualizado con el diagnóstico y tratamiento, así como medicación en cantidad suficiente y organizada. Si vas a viajar al extranjero el informe debe estar traducido.
  • Si has programado viajar a zonas que requieran vacunaciones especiales (por ejemplo, fiebre amarilla) debes avisar con suficiente antelación al reumatólogo de referencia, ya que en caso de tratamientos inmunosupresores (metotrexato, leflunomida, fármacos biológicos, etc.), hay muchas vacunas que tienen prohibida su administración, e incluso hay países que exigen un documento especial que explique por qué no se puede poner algunas vacunas (ya que son obligatorias para entrar).
  • En el caso de niños que vayan a campamentos o similares es importante que los padres contacten directamente con los monitores para que estos conozcan el grado de limitación para realizar actividades (si existe), los horarios de las medicaciones y los cuidados especiales que el niño puede necesitar.
  • Algunos medicamentos que se usan habitualmente en Reumatología como el metotrexato o la salazopyrina producen fotosensibilidad, lo que quiere decir que al exponerse al sol pueden aparecer erupciones cutáneas.
  • Por norma general en pacientes con tratamientos reumatológicos crónicos es recomendable usar cremas de factor total de calidad al menos 30 minutos antes de salir a la calle, renovándolas cada pocas horas y evitando tomar el sol de forma directa.

Recomendaciones en ARTROSIS

  1. Baja de peso.
  2. Duerme en una cama plana.
  3. Evita sentarte en sillones o sofás hundidos.
  4. Las sillas siempre con respaldo recto.
  5. Haz ejercicio: caminar, ir en bicicleta y practicar la natación son muy recomendables.
  6. Alterna con períodos de reposo.
  7. No sobrecargues las articulaciones ni cojas peso en exceso.
  8. Utiliza un calzado de suela gruesa que absorba la fuerza del impacto.
  9. Utiliza plantillas o taloneras de silicona.
  10. No uses zapatos con tacón excesivo.

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Redacción Consejos

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