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Más fina y delicada, con menos vello protector, con un desarrollo incompleto de la barrera cutánea; mucho más vulnerable que la de los adultos frente a la acción de los factores medioambientales. Estas son las principales señas de identidad de la piel de los niños de entre 0 y 3 años; que hacen necesario utilizar productos cosméticos específicos y aplicar rutinas en Cosmética para niños: de cuidado en “modo baby”.
Hasta los 3 años, la barrera cutánea de los niños no ha terminado de desarrollarse, por lo que su función protectora es menos eficaz. Así lo explica la farmacéutica Maialen Elizari, experta científica de Cinfa y Be + y máster en Dermofarmacia y Cosmetología, que afirma que “su piel es, por tanto, más vulnerable a las agresiones medioambientales y a la acción de agentes como el frío y el sol, y también a padecer alergias e irritaciones. También es menos resistente que la piel del adulto, más frágil y más delicada. Por todo ello, hay que cuidarla con productos específicamente formulados para bebés y niños”.
Cosmética para niños: productos y fórmulas “exclusivas”
Es en base a estas peculiaridades por lo que la cosmética infantil y los productos de cuidado formulados para estas edades deben ajustarse a una serie de características; tal y como comenta la doctora Gloria Garnacho, del Grupo de Dermatología Pediátrica de la Asociación Española de Dermatología y Venereología (AEDV); y dermatóloga de la Unidad de Dermatología Pediátrica del Hospital Reina Sofía, de Córdoba.
“La piel de bebés y niños es delicada y hay que evitar exponerla de forma innecesaria a agentes químicos e irritantes, ya que se dan muchos casos de alergias y de aparición de dermatitis o empeoramiento de la costa láctea. Por este motivo, se recomienda utilizar geles 0%, que no contengan productos químicos como parabenos, colorantes, perfumantes, alérgenos, phenoxyethanol u organoclorados. De esta forma, se ayuda a mantener el equilibrio natural de la piel del bebé mientras se asegura su cuidado e hidratación.
Asimismo, es importante que el gel sea sydnet (esto es, sin detergente y que haga poca espuma) y que incorpore agentes emolientes en su composición”, corrobora la experta.
Cosmética para niños: Rutinas básicas en modo baby
Maialen Elizari ofrece las pautas clave a seguir en el cuidado y el aseo diario de los más pequeños de la casa; unas rutinas que son muy diferentes en algunos aspectos a las de los adultos:


1.Baño, el momento clave. “Es necesario calentar tanto el agua de la bañera (que debe estar a unos 37 º C) como el propio cuarto de baño; cuya temperatura ambiente debe oscilar entre los 20ºC y los 22ºC. Además, hay que procurar no tener al bebé en la bañera más de 5 minutos, y lavarle el pelo instantes antes de sacarle del agua; porque los niños pequeños pierden mucho calor por la cabeza”. Elizari recuerda la importancia de utilizar un gel de baño infantil, que sea hipoalergénico y con pH fisiológico, y que respete el manto ácido cutáneo. “También hay que tener a mano una esponja, preferiblemente natural”.
2..Sacarle del agua: secar con toques de cariño. Una vez se termina de bañar al bebé, hay que sacarle del agua dándole ligeros toquecitos, sin frotarle, para no irritar su piel. Es muy importante que la toalla sea de algodón y con una textura suave, para asegurar el secado completo.
3..El momento hidratación. “Una vez que la piel del bebé esté seca y se haya comprobado que no queda humedad en los pliegues cutáneos (axila, detrás de las rodilla, ingles y codos, principalmente), es el momento de aplicarle la leche infantil hidratante, dándole un suave masaje por todo el cuerpo”, dice la experta.
4..Culete y otras zonas delicadas. El cambio del pañal es un gesto que se realiza varias veces al día en los niños pequeños, que tiene un “manual de instrucciones” que conviene seguir. “Utilizar toallitas especiales o, si se prefiere, agua y un gel lavante o un jabón supergraso. La limpieza de esta zona debe hacerse de adelante hacia atrás, es decir; de la zona más limpia a la más sucia, dejando las nalgas para el final, de forma que no se arrastre la suciedad”.
De nuevo, es importante asegurarse de que el niño tiene totalmente secos los pliegues de las nalgas y las ingles, aplicando después una buena capa de crema protectora. “La función de estos productos es crear una barrera que prevenga las posibles irritaciones: en esta zona, que suelen estar causadas por el contacto directo con la orina y las heces”.
5. Perfumes y colonias: menos es más. La experta aconseja evitar aplicar al bebé colonias con alcohol y recurrir siempre a fórmulas aptas para estas edades; y describe cuál es la mejor pauta para “perfumarles”. Vaporizar unas gotas de agua de colonia sin alcohol sobre su cuero cabelludo o sobre su ropa, evitando en la medida de lo posible hacerlo directamente sobre su piel.
6. Protección bajo cero. Igual de importante que respetar las recomendaciones de fototoprotección en los bebés es protegerles de forma adecuada frente al frío. “Al salir de paseo o al parque con los pequeños durante los meses de otoño e invierno hay que cubrir las zonas más delicadas de su cuerpo para protegerle tanto de los resfriados como de la acción resecante del frío en su piel. Y no olvidarse nunca de aplicarle en la cara una crema hidratante con protección solar específica”.
Cosmética para niños: Masajes: mucho más que relax
El gesto del baño, del cambio de pañal o de aplicarle al niño la crema hidratante también pueden suponer un momento especial, tanto para los padres como para los niños, ya que implica además diversión, contacto físico y estimulación a través del tacto y técnicas como los masajes. Los expertos de Klorane ofrecen unos consejos básicos para optimizar el masaje infantil en estos momentos:
- El mejor momento es por la mañana, por la noche o después del baño. No se aconseja hacerle el masaje después de comer o si está enfermo.
- Para un recién nacido, 5 minutos suelen ser suficientes. A partir del mes se puede llegar a los 10 minutos o más si el bebé los tolera bien y disfruta con ellos.
- El contacto de las manos de la madre/padre con el cuerpo del bebé debe ser suave pero firme, haciendo presiones que le resulten estimulantes y tranquilizadoras.
- Es importante hablarle al bebé y mirarle a los ojos mientras se le practica el masaje: la comunicación le ayuda a relajarse.
- Para las situaciones en las que no se dispone del tiempo suficiente para hacer un masaje completo al bebé, los especialistas de Klorane proporcionan 3 trucos exprés con efectos relajantes probados. En las manos: con los pulgares y haciendo movimientos en forma de estrella, ejercer una ligera presión desde el centro de la palma de la mano del niño y su muñeca; insistiendo en las articulaciones que hay entre la palma y los dedos (el bebé abrirá la mano ante este contacto). En los pies: buscar el centro de su pie y dirigirse hacia el talón y los dedos, haciendo movimientos en forma de estrella e insistiendo en la zona en la que “nacen” los dedos. En el vientre: con la punta de los dedos, masajear el vientre del bebé con pequeños movimientos circulares alrededor de su ombligo, en el sentido de las agujas del reloj.
Cabello infantil: los cuidados de su cabecita
Cosmética para niños: Unos bebés nacen con un “melenón” mientras que otros sólo lucen una ligera pelusilla sobre sus cabezas. Tanto en uno como en otro caso, no se trata del tipo de pelo “definitivo” sino que lo habitual es que, en el caso de los niños que nacen con mucho pelo, se caiga, dando lugar a un nuevo cabello, y en los “pelones” vaya creciendo durante los primeros meses de vida. Por otro lado, el pelo de los niños menores de 3 años generalmente se caracteriza por ser más fino que el de los niños mayores y los adultos, de ahí la necesidad de lavarlo y cuidarlo con productos específicos para estas edades.
Gloria Garnacho explica que los champús y demás productos para la higiene capilar infantil deben de tener un pH similar al de las lágrimas; para evitar así que provoquen escozor. “Además, la textura debe ser lo suficientemente viscosa como para que no caiga rápidamente sobre los ojos”, señala. En cuanto a la composición ideal de estos productos, cuanto más suaves y “naturales” mejor, pero como comenta la doctora Garnacho. “Es inevitable que estos productos contengan sustancias conservantes en su composición, ya que su elevado contenido en agua aumenta el riesgo de contaminación bacteriana”.
Cosmética para niños: Prevenir la costra láctea
Por otro lado, uno de los problemas capilares más frecuentes durante la primera infancia es la aparición de la costra láctea que, como explica la doctora Garnacho. Es un proceso muy frecuente (suele afectar al 10% de los recién nacidos), generalmente leve y que suele remitir espontáneamente. Si no es así, la clave es retirarla suavemente, aplicando sobre la zona vaselina o aceite infantil, para reblandecer las costras; y eliminándolas después (con la ayuda de un peine infantil, muy suavemente). “Si las costras quedan adheridas al cuero cabelludo, no se deben retirar (y mucho menos frotar el cuero cabelludo); sino insistir en la técnica de reblandecimiento o aplicar productos específicos para la costra láctea, que funcionan muy bien “, dice Garnacho.
Maialen Elizari, por su parte, describe cuáles son las principales características de estos productos específicos que se pueden encontrar en la farmacia: “se trata de lociones, geles o emulsiones que incorporan ingredientes emolientes (que ayudan a reblandecer las escamas), queratolíticos suaves (favorecen la eliminación de la costra) y sustancias calmantes y suavizantes, que reducen y alivian la irritación y el enrojecimiento que puede acompañar a la costra láctea”.
Otra duda frecuente es si los niños pueden utilizar los productos que se presentan “para toda la familia” y otros para adultos que se “definan” como ligeros, fórmulas ultrasuaves, hipoalergénicos, etc. De nuevo, las expertas hacen hincapié en las peculiaridades de la piel infantil y la necesidad de aplicar sobre ella productos específicamente adaptados a las mismas.
“La higiene y el cuidado de la piel del bebé y los niños pequeños son importantes no sólo desde el punto de vista estético sino también porque hay que tener en cuenta sus características. Su fragilidad la hace más sensible a los agentes de tipo infeccioso y/o irritativo. Además, se trata de una piel más fina que la del adulto y también más vulnerable a los traumatismos (golpes). Por otro lado, la elevada proporción entre la superficie y el volumen corporal hasta 5 veces mayor que en el adulto justifica la mayor facilidad; para adquirir infecciones a través de la piel y el riesgo de toxicidad secundaria a la absorción a través de la piel de sustancias aplicadas tópicamente, señala Gloria Garnacho.
Por su parte, Maialen Elizari recuerda que la Agencia Europea del Medicamento publicó en 2013 una guía para fabricantes y evaluadores de seguridad de cosmética infantiL. En la que se recogen una serie de criterios a seguir a la hora de formular y evaluar la seguridad toxicológica de los cosméticos infantiles, con el objetivo de garantizar un alto nivel de protección sanitaria para los niños. Que define las coordenadas o aspectos en los que hay que fijarse al adquirir y utilizar estos productos. “En el caso concreto de los champús para niños y bebés, por ejemplo, además de cumplir con las recomendaciones indicadas en esta guía.
Es aconsejable que estos productos estén formulados con agentes tensioactivos suaves para limpiar su cabello sin irritar la piel ni que le pique en los ojos; con un pH fisiológico, para respetar el equilibrio cutáneo de su cuero cabelludo; y que sean productos hipoalergénicos y que estén probados bajo control dermatológico y pediátrico”, apunta.
Elizari advierte al respecto que “como padres, debemos hacer un esfuerzo para no caer en la comodidad de usar para bebés y niños; productos cosméticos destinados a adultos sólo porque los tengamos más a mano, ya que pueden no ser los más indicados y seguros para su piel”.
Protección solar: lo que hay que saber
Cosmética para niños. Cuándo, cómo y a qué edad se pueden exponer los bebés la luz solar es una de las dudas más frecuentes en los padres, sobre todo los primerizos. La respuesta la ofrece Maialen Elizari: “La mejor forma de proteger a los bebés de la radiación solar es no exponerlos nunca directamente al sol; si tienen menos de un año. A partir de esa edad, la gorra, las gafas de sol, los pantalones y las camisetas son imprescindibles; y mejor evitar las horas centrales del día, así como limitar el tiempo de exposición”.
Cosmética para niños: La experta destaca además que no es recomendable aplicar fotoprotectores a los bebés menores de 6 meses y; a partir de esa edad, lo mejor es utilizar productos especialmente formulados y testados para estas edades. Estás son, según Elizari, las características básicas que debe reunir un buen fotoprotector para niños y bebés:
- Hay que fijarse que el producto esté especialmente formulado para esta franja de edad.
- Debe contar con un SPF superior a 50, proteger frente a las radiaciones UVA, UVB, IRA y visible y contener filtros físicos.
- Al salir al exterior (independientemente de la época del año) hay que acordarse siempre de proteger el rostro del bebé con una crema hidratante que cuente con protección solar; incluso aunque esté nublado.
Dermatitis atópica: una molestia… muy molesta
Según el estudio DERMAKIDS Dermatitis atópica en la edad pediátrica, realizado por los expertos de Laboratorios Ordesa. 1 de cada 5 bebés menores de 2 años presenta dermatitis atópica y, de ellos, el 74% sufre de 2 a 4 brotes al año; y en un 44% de los casos ese brote puede durar de 5 a 7 días. De acuerdo con los datos de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV); la incidencia de la dermatitis atópica se ha triplicado en los últimos 30 años entre la población infantil española. Las causas de su aparición son varias y muchas de ellas están aún en estudio, pero sabe que el componente genético juega un papel importante.
Pero, ¿qué es la dermatitis atópica?
Se trata de un trastorno cutáneo que produce escozor, piel seca, inflamación y sobreinfección. Se trata de un problema crónico que se caracteriza por alternar periodos de calma con fases de brotes. Y en la aparición de estos brotes juega un papel importante el efecto de los factores externos; como los cambios de estación, sobre todo en otoño e invierno (en verano, las pieles atópicas suelen mejorar).
La mejor forma de tratar la dermatitis atópica, según los expertos, es prevenir la aparición de los brotes.
En este sentido, la encuesta de Ordesa refleja que la mayoría (el 98,3%) de las familias; en las que hay un niño con este problema utiliza productos específicos para pieles atópicas en la higiene y la hidratación. Otras medidas efectivas son controlar la temperatura y la humedad del hogar (lo hace el 75,7% de los encuestados) y emplear complementos alimenticios a base de simbióticos; esto es, complementos que combinan un prebiótico y un probiótico (el 43,8%).
En base a los resultados arrojados por el estudio, los especialistas de Ordesa apuntan cuáles son las tres recomendaciones clave para evitar la aparición de brotes en los casos de dermatitis atópica:
- Aplicar dos o tres veces al día cremas emolientes para mantener la piel hidratada.
- Realizar una correcta higiene con baños cortos a temperatura media y utilizar un gel sin detergente (syndet), que mantenga el manto hidrolipídico de la piel.
- Utilizar ropa de algodón y evitar sobre abrigar al bebé para no provocar así un exceso de sudor.