“Me han diagnosticado una hernia de hiato, ¿sería aconsejable operarme?” Nos escribe… Laura S.  (Barcelona)

La hernia de hiato se produce cuando la parte superior del estómago sobresale a través del músculo grande que separa el abdomen del tórax (diafragma). El diafragma tiene un pequeño orificio (hiato) a través del cual pasa el tubo de alimentación (esófago) antes de unirse al estómago. En la hernia de hiato, el estómago empuja hacia arriba para pasar por este orificio e ingresar en el tórax.

Cuando la hernia de hiato es pequeña no suele generar problemas. Incluso es posible que nunca llegues a saber que la padeces, a menos que el médico la descubra mientras hace un control por cualquier otra afección. Sin embargo, una hernia de hiato grande puede permitir que la comida y el ácido vuelvan por el esófago, lo que ocasiona acidez estomacal. Por lo general, las medidas de cuidado personal o los medicamentos pueden aliviar estos síntomas. Cuando la hernia de hiato es muy grande puede requerir cirugía.

Sus posibles causas

  • Cambios en el diafragma por la edad (es frecuente a partir de los 50 años).
  • Lesiones en esta parte del cuerpo, por ejemplo, después de un traumatismo o ciertas clases de cirugía.
  • Nacer con un hiato inusualmente grande.
  • Presión persistente e intensa en los músculos circundantes, como la que se ejerce al toser o vomitar, o presión durante la evacuación intestinal, al hacer ejercicio o al levantar objetos pesados.
  • Otros factores que aumentan el riesgo de sufrir una hernia de hiato son un consumo habitual de tabaco o padecer obesidad.

Hernia de hiato y estilo de vida: cambios en 5 frentes

  1. Una vez hecho el diagnóstico de una hernia de hiato, hay una serie de hábitos alimenticios que se pueden adquirir y que sin duda van a aliviar las posibles molestias que se deriven de este trastorno. Hacer comidas poco abundantes y divididas a lo largo del día; evitar alimentos ricos en grasa, picantes y ácidos; y limitar o restringir el consumo de café. Por el contrario, es bueno tomar alimentos desnatados y carnes magras (pollo, pavo, pescado azul) y la verdura no suele provocar síntomas.
  2. Al dormir por la noche conviene levantar la cabecera de la cama, sobre todo si se tienen síntomas durante la noche.
  3. Evitar el tabaco, ya que empeora el reflujo.
  4. Evitar el alcohol, ya que aumenta la acidez gástrica y disminuye la función del esfínter esofágico inferior.
  5. Evitar la obesidad y sobrepeso, ya que este ejerce una mayor presión abdominal y por lo tanto una mayor facilidad para el reflujo.

¿Hay tratamiento médico?

  • Farmacológico: el tratamiento farmacológico indicado es a base de medicamentos bloqueadores anti H2 (ranitidina) o inhibidores de la bomba de protones (omeprazol, pantoprazol, esomeprazol…).

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Redacción Consejos

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