Únete a nuestra comunidad
Toda la actualidad del mundo de la salud y la farmacia en Consejos de tu Farmacéutico.
Además, puedes seguirnos en nuestras redes sociales:
Hinchazón, dolor abdominal, malas digestiones, gases, diarrea, estreñimiento… La disbiosis es una alteración de la microbiota intestinal que puede desencadenar distintos trastornos y participar en enfermedades del aparato digestivo y más allá de este.
Hablamos de disbiosis intestinal cuando se produce un desequilibrio en la microbiota presente en el aparato digestivo. Puede incluir distintas condiciones: pérdida de bacterias beneficiosas, sobrecrecimiento de bacterias patógenas y pérdida de diversidad microbiana, pudiéndose darse conjuntamente o por separado. El intestino está colonizado por bacterias, algunas protectoras y otras perjudiciales. Lo deseable es que se encuentren en perfecto equilibrio, pero por distintos motivos esta armonía puede alterarse. La microbiota participa en numerosos procesos fisiológicos permitiendo una buena absorción de nutrientes, además de tener una función clave en el sistema inmunitario. Cuando esta microbiota se altera, puede modificar la permeabilidad intestinal, la capacidad que tienen las membranas del intestino de permitir el paso de nutrientes que provienen de la dieta y bloquear el paso de sustancias tóxicas, bacterias y virus. Si se altera esta barrera, llegan al torrente sanguíneo sustancias que no deberían, provocando distintos síntomas y determinando el desarrollo y evolución de ciertas enfermedades del aparato digestivo. Pero también más allá, ya que además puede provocar un desajuste en la inmunidad, y al extenderse al torrente sanguíneo, llegar a otros tejidos y órganos.
Las causas
La microbiota está determinada por tres factores: los genes, el ambiente y entorno en que vivimos y la alimentación. El tabaco, determinados medicamentos como los antibióticos, infecciones bacterianas o virales, o el estrés, pueden provocar desequilibrios y disbiosis.
Así se presenta
- Cambios en los hábitos de evacuación (diarrea alternada con estreñimiento).
- Digestiones pesadas, hinchazón abdominal dolorosa después de las comidas o exceso de gases.
- Mayor tendencia a sufrir infecciones de orina o vaginales.
- Cansancio, migrañas o problemas en la piel.
Dieta mediterránea, siempre
El doctor José Lázaro Pérez Calle, del servicio de Gastroenterología del Hospital Universitario Fundación Alcorcón, recomienda la dieta mediterránea: “Modificar o modular la microbiota intestinal no es sencillo porque son muchos los factores que determinan su composición y no se puede dar una receta para todos. A pesar de esto, la dieta es clave. Las dietas occidentales, con más contenido en comidas procesadas, proteínas de origen animal, azúcares simples, grasas y aditivos promueven la disbiosis, mientras que el consumo de fibra, proteínas de origen vegetal y aceite de oliva se relacionan con un microbioma más saludable”.