Cómo recuperar una vida sexual satisfactoria
Examinamos las causas psicológicas y físicas, el impacto de la menopausia, y los tratamientos disponibles para abordar este trastorno.
Su nombre científico es trastorno del deseo sexual hipoactivo, es bastante frecuente, y responde a la ausencia o disminución del interés en la actividad sexual, ausencia de fantasías o pensamientos de esta índole, así como falta de respuesta a la estimulación sexual.
Es el trastorno sexual más frecuente en la mujer, seguido de la anorgasmia y el vaginismo. En el hombre los más usuales son la dificultad en la erección y la eyaculación precoz, aunque también se tratan el deseo sexual hipoactivo y la eyaculación retardada o ausente.
Los cambios en el deseo sexual o en la excitación son frecuentes a lo largo de la vida sexual de la mujer, pero se habla de trastorno cuando la persona experimenta de forma persistente y recurrente incapacidad para mantener relaciones sexuales e insatisfacción cuando las tiene, y este hecho le causa angustia, ansiedad y dificultad en las relaciones personales.
Las causas
No siempre se pueden determinar que factor o factores originan esta falta de libido, pero entre las causas más frecuentes podemos encontrar:
- El factor psicológico: si existen problemas en la relación de pareja, o si se sufre depresión, ansiedad o estrés. Cuando se han tenido experiencias sexuales negativas, insatisfactorias o traumáticas… Si se tienen miedos o baja autoestima.
- Factores físicos: pueden afectar al deseo sexual los problemas endocrinos, ciertas enfermedades crónicas y metabólicas, o si se sufre fatiga y debilidad. Así, por ejemplo, la diabetes o la esclerosis múltiple pueden dañar los nervios, reduciendo el flujo sanguíneo y/o la sensibilidad en el área genital. Algunos medicamentos también influyen en la falta de deseo sexual (antidepresivos, opiáceos, algunos anticonvulsivos y los betabloqueantes) así como el excesivo consumo de alcohol. La estimulación sexual inadecuada también puede contribuir a este trastorno.
- La menopausia: muchas mujeres experimentan una disminución del interés sexual en esta etapa ya que las concentraciones de estrógenos y de progesterona disminuyen significativamente. Esta disminución puede provocar síndrome genitourinario de la menopausia (los tejidos de la vagina pueden adelgazarse, secarse y tener dificultad para estirarse. Como resultado, el coito puede ser incómodo o doloroso). También en las mujeres jóvenes, unos descensos bruscos en los niveles de hormonas sexuales, como los producidos en las primeras semanas posteriores al parto, pueden ocasionar una disminución del interés sexual.
Cómo tratarlo
Si se logra discernir la causa, habrá que tratarla. Así, si la mujer sufre dolor durante las relaciones sexuales, el tratamiento eficaz de este puede resolver los problemas de falta de interés sexual o de excitación. Otras veces el tratamiento se centra en factores que contribuyen a la falta de interés en el sexo y la falta de respuesta a la estimulación sexual, como la depresión, la baja autoestima o los problemas en una relación. En este sentido, la psicoterapia puede ser útil en algunos casos. Una de las medidas más útiles para mitigar esta falta de excitación sexual es ayudar al compañero a encontrar estímulos eficaces para su pareja.