Alimentación y piel sana
Los expertos nos dicen qué alimentos reducen la inflamación y contribuyen a mantener a raya las enfermedades cutáneas.
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Por la farmacéutica y nutricionista Eva Fernández @eva.nutriskin
Un desequilibrio en la microbiota intestinal puede contribuir a afecciones cutáneas como el acné, la dermatitis atópica, la psoriasis, la rosácea y el envejecimiento prematuro de la piel. Detrás de esta realidad está el eje intestino piel, de cuyo descubrimiento emerge la necesidad de un enfoque que abarque la importancia de una alimentación adecuada y la suplementación como pilares fundamentales para mantener una piel sana y bonita.
Muchas investigaciones han demostrado que el intestino juega un papel crucial no solo en nuestra salud digestiva e inmunológica, sino también en la salud y apariencia de nuestra piel. Ambos órganos, con sus vastas superficies y complejos microbiomas, son una importantísima barrera protectora entre el interior del cuerpo y el mundo exterior y están intrínsecamente relacionados. De ahí que las investigaciones recientes subrayen la necesidad de adoptar un enfoque integrativo del eje intestino-piel que considere la salud intestinal como un componente esencial del cuidado de la piel, más allá de los cuidados convencionales centrados en tratamientos tópicos y medicamentos. Este nuevo enfoque incide en la importancia de una alimentación adecuada y la suplementación como pilares fundamentales para mantener una piel sana y bonita.
El eje intestino-piel: una relación inquebrantable
Esta relación bidireccional sugiere que las alteraciones en la microbiota intestinal pueden influir en la condición de la piel y viceversa. Así, la investigación científica ha revelado que un desequilibrio en la microbiota intestinal puede contribuir a afecciones cutáneas como el acné, la dermatitis atópica, la psoriasis, la rosácea y el envejecimiento prematuro de la piel. Por lo tanto, la integridad de la barrera intestinal juega un papel crucial en este proceso. Una barrera intestinal comprometida permite que las sustancias potencialmente dañinas ingresen al torrente sanguíneo, lo que puede desencadenar respuestas inflamatorias en todo el cuerpo, incluida la piel.
Por el contrario, una microbiota intestinal diversa y equilibrada puede ayudar a fortalecer la barrera cutánea, reducir la inflamación y promover una piel más sana. La clave para mantener este equilibrio radica en la adopción de hábitos alimenticios saludables y, en algunos casos, la suplementación.
Alimentos que reducen la inflamación
- Una dieta rica en vegetales, frutas, granos enteros, proteínas magras y grasas saludables puede ayudar a mantener el equilibrio y promover la salud intestinal y cutánea.
- Igualmente, los alimentos ricos en antioxidantes, como las bayas, los frutos secos, las semillas y los vegetales de hoja verde, pueden proteger la piel del daño oxidativo y el envejecimiento prematuro.
- Alimentos con altos niveles de ácidos grasos omega-3, como el salmón, sardinas, anchoas, semillas de chía y las nueces, también reducen la inflamación en general y mejorar la salud de la piel.
- Y, por último, el consumo de alimentos prebióticos y probióticos también es esencial para fomentar una microbiota intestinal saludable y, por lo tanto, una piel más sana. Los probióticos son microorganismos vivos que, cuando se administran en cantidades adecuadas, confieren un beneficio a la salud del hospedador. Podemos adquirirlos en forma de complemento alimenticio o a través de alimentos como el yogur, kéfir, queso crudo, kimchi, chucrut, encurtidos, kombucha… Los prebióticos son alimentos (generalmente con alto contenido en fibra) que actúan como nutrientes para esos microorganismos y podemos encontrarlos en alimentos como el ajo, la cebolla, el puerro, la alcachofa, todo tipo de legumbres, frutas, cereales integrales, etc. Ambos, tanto prebióticos como probióticos, fomentan un microbioma saludable, mejorando la barrera intestinal y la inflamación sistémica, lo que se traduce en una piel más sana.
- Por el contrario, una dieta rica en alimentos procesados, azúcares refinados y grasas trans puede exacerbar la inflamación y alterar la microbiota intestinal.
Vitamina D, esencial para la piel y el intestino
- Idónea para la piel: más allá de su papel beneficioso en la salud ósea y la regulación del sistema inmune, la vitamina D, conocida como la «vitamina del sol», es esencial para la salud cutánea, influyendo en el crecimiento y diferenciación de las células de la piel. Pero, además, refuerza la barrera cutánea y tiene propiedades antiinflamatorias que pueden ser beneficiosas en el tratamiento de afecciones inflamatorias. En cambio, los bajos niveles de vitamina D, han sido asociados con varias patologías, incluidas la dermatitis atópica y el acné.
- Idónea para el intestino: también se ha demostrado que la vitamina D mejora la integridad de la barrera intestinal y puede ayudar a reducir la inflamación sistémica.
- Aunque nuestro cuerpo puede producir vitamina D a través de la exposición a la luz solar, es muy importante ingerir alimentos que la contengan como los pescados azules, la yema del huevo, o los hongos cuando se han expuesto a la luz solar.
Cuándo suplementar
En algunos casos, la dieta sola puede no ser suficiente para satisfacer las necesidades nutricionales específicas para una piel saludable. Y aquí es donde la suplementación juega un papel vital. Suplementar con probióticos puede ayudar a restablecer el equilibrio de la microbiota intestinal, mientras que los suplementos de ácidos grasos omega-3 pueden ofrecer beneficios antiinflamatorios adicionales.
El zinc es otro suplemento clave para la salud cutánea, conocido por su capacidad para reducir la inflamación y regular la producción de sebo, lo que puede ser particularmente beneficioso para quienes padecen acné. Los antioxidantes, como las vitaminas C y E, coenzima Q10 y astaxantina, también pueden ser suplementos efectivos para proteger la piel contra el daño oxidativo y promover la reparación y el rejuvenecimiento de la piel.
Pide siempre el consejo de un profesional para la recomendación de suplementos, ya que no todos pueden resultar beneficiosos.