Patología de riesgo
El derrame pleural puede constituir una condición de urgencia que requiere atención médica y tratamiento inmediatos.
El derrame pleural o «agua en los pulmones» es la acumulación o exceso de líquido entre las capas de la pleura, membranas delgadas que recubren los pulmones y el interior de la cavidad torácica.
Normalmente, todos tenemos una pequeña cantidad de líquido en la pleura, que actúa como un lubricante natural y facilita el movimiento de los pulmones cuando respira. Pero los problemas vienen cuando este líquido es excesivo, bien porque el cuerpo lo está produciendo en demasía o bien porque no lo está absorbiendo de forma adecuada.
Síntomas comunes
Algunas personas con derrame pleural no presentan síntomas y descubren la afección cuando se hacen una radiografía de tórax por otro motivo. Cuando la enfermedad sí presenta síntomas, estos incluyen:
- Dolor en el pecho, que empeora al toser o respirar profundamente.
- Disnea (dificultad para respirar o respiración difícil y dificultosa).
- Ortopnea (incapacidad de respirar con facilidad a menos que esté sentado o parado derecho).
Causas del derrame pleural
Hay muchas causas de derrame pleural y en algunas personas pueden concurrir más de una. Podemos dividir el derrame pleural en dos tipos principales (que ayudan a determinar la causa) dependiendo de las características del líquido acumulado, que puede ser:
Pobre en proteínas y acuosa (trasudativo). Este tipo de líquido puede provenir de una cirrosis o de una insuficiencia cardíaca. Este tipo de derrame pleural ocurre cuando hay un aumento en la presión del líquido.
Rico en proteínas (exudativo). Este tipo de líquido procede, por ejemplo, de un cáncer o de una infección. Ocurre porque pasa demasiado líquido a través de los vasos sanguíneos más pequeños o porque el sistema linfático no drena lo suficiente.
Las causas más comunes de derrame pleural trasudativo incluyen insuficiencia cardiaca, cirrosis y síndrome nefrótico (un problema renal).
Entres las causas comunes de derrame pleural exudativo están la neumonía; el cáncer (de pulmón, de mama o linfoma) y se denomina derrame pleural maligno; la nefropatía; enfermedad inflamatoria; o una cirugía a corazón abierto.Existen otras causas menos comunes de derrame pleural como tuberculosis, pancreatitis, medicamentos, cirugía abdominal o radioterapia.
Métodos diagnósticos
Para diagnosticar y evaluar el derrame pleural se suele recurrir a una o varias de las siguientes pruebas:
- Radiografía de pecho.
- Tomografía computarizada (TC) de tórax.
- Ultrasonido de tórax.
- Toracocentesis o biopsia (se inserta una aguja entre las costillas para extraer una muestra de líquido).
- Análisis del líquido pleural (examen del líquido del espacio pleural).
- Si las pruebas menos invasivas no diagnostican el derrame pleural, es posible que se necesite una toracoscopia. La prueba se realiza bajo anestesia general y permite ver y evaluar su pleura y tratar el derrame en curso si así lo considera el especialista.
Manejo y tratamiento
El tratamiento del derrame pleural se centra en eliminar el exceso de líquido y evitar que se acumule nuevamente. Dependerá de la afección subyacente y de si el derrame dificulta la respiración.
Medicamentos
Los diuréticos y otros medicamentos para la insuficiencia cardíaca se pueden utilizar para tratar el derrame pleural debido a insuficiencia cardíaca congestiva u otras causas. Algunos pacientes necesitarán también antibióticos. Para un derrame maligno, es posible que también necesite tratamiento con quimioterapia, radioterapia o una infusión de medicamento en el pecho.
Técnicas
Se puede recurrir a la toracocentesis terapéutica para drenar un derrame pleural que está causando síntomas respiratorios. Si aún así es difícil de controlar o el derrame vuelve, se puede colocar un agente esclerosante (un tipo de medicamento que crea cicatrices intencionalmente) en la cavidad pleural a través de un tubo torácico.
Cirugía
Es posible que necesite cirugía si el drenaje o la esclerosis pleural no funcionan. El cirujano evaluará los posibles riesgos y beneficios de los tratamientos quirúrgicos para el derrame pleural.
Complicaciones y pronóstico
El pronóstico varía según la causa del derrame pleural y otras afecciones paralelas que se padezcan. En algunos pacientes el tratamiento tiene éxito, aunque siempre existe el riesgo de recidivas. El pronóstico no es bueno cuando se tiene un derrame pleural debido al cáncer o si no se recibe tratamiento adecuado. Es posible que se realicen radiografías de seguimiento después de recibir tratamiento para asegurar que el tratamiento haya funcionado bien. También necesitará tratamiento para la afección médica que provocó el derrame pleural.
Prevención y consejos adicionales
No siempre se pueden evitar las causas del derrame pleural, aún así en algunos casos se puede reducir el riesgo:
- Evitando el tabaco.
- Con comidas bajas en sal.
- Con la toma diuréticos bajo supervisión y recta médica.
- El especialista también puede indicar que se limite la ingesta de líquidos.
Qué es un derrame pleural?
Un derrame pleural es la acumulación anormal de líquido en la cavidad pleural, que se encuentra entre las capas de revestimiento de los pulmones y la pared torácica.
¿Cuáles son los síntomas del derrame pleural?
Los síntomas pueden incluir dificultad para respirar, dolor torácico y tos.
¿Cómo se diagnostica el derrame pleural?
El diagnóstico se realiza mediante radiografías de tórax, ecografías y otras pruebas de imagen, así como análisis del líquido pleural.
¿Cuál es el tratamiento para el derrame pleural?
El tratamiento varía según la causa subyacente, pero puede incluir medicamentos, drenaje del líquido pleural y procedimientos para prevenir recurrencias.